Escribo nuevamente sobre “There be dragons” de Roland Joffé, a cuya película he dedicado las dos últimas entradas. Algunos dicen que se presentan algunas imprecisiones históricas a lo largo del metraje, y concretamente sobre que los milicianos aparecen constantemente gritando “¡Viva la República!”;pero sin elevar a categoría de estadística nada (cuántas veces gritaban más una consigna que otra) conocido es el grito de ¡Viva Rusia! ¡Muera España! Además de las consideraciones que ahora presentamos, lo hacemos en base sobre el dicho “una imagen vale más que mil palabras”.
En primer lugar, nuestro Carlos Sáinz de Tejada lo ilustra de esta manera en la página 225 del III volumen de su “Historia de la Cruzada española”.
Para quien dude, otro botón de muestra… está es nuestra madrileña Puerta del Sol… ¡qué nos importaba a nosotros celebrar una semana de homenaje a Rusia en el XX Aniversario de su Revolución! O tal vez, si que llevaba mucho tiempo importándoles si se deseaba instaurar aquí un satélite soviético como Albania, Checoslovaquia o la lejana Cuba. En Madrid deben recordarse los enormes retratos de Stalin, Vorochilov y Litvinov que se colocaron cegando los arcos de la Puerta de Alcalá en noviembre de 1937. Por buscar un medio imparcial wikipedia recuerda que “diversos historiadores estiman que las víctimas del régimen de Stalin oscilan entre 643.000 y 60 millones de muertos con una media entre todos ellos de unos 20 millones”. Éste sujeto era el propuesto como modelo de estadista.
¿No había otra calle en todo Toledo más que la que se encuentra ante la Catedral de Primada de España para darle el nombre de Carlos Marx?
En primer lugar, nuestro Carlos Sáinz de Tejada lo ilustra de esta manera en la página 225 del III volumen de su “Historia de la Cruzada española”.
Estas son las palabras de José Antonio Primo de Rivera que podemos leer en una hoja clandestina escrita en la Cárcel Modelo de Madrid el 4 de mayo de 1936:
“Las consignas vienen de fuera, de Moscú... Los gritos los habéis escuchado por las calles: no sólo el ¡Viva Rusia!" y el ¡Rusia, sí; España, no!", sino hasta el desgarrado y monstruoso "¡Muera España!" (Por gritar ¡Muera España!" no ha sido castigado nadie hasta ahora, en cambio, por gritar "¡Viva España!" o "¡Arriba España!" hay centenares de encarcelados.) Si esta espeluznante verdad no fuera del dominio de todos, se resistiría uno a escribirla, por temor a pasar por embustero”.
Lo gracioso es que tampoco ningún historiador serio pone en duda que el primer intento de derrocar la democrática II República tuvo lugar en octubre de 1934 con una coalición de socialistas, comunistas y anarquistas, junto a los republicanos de izquierdas (Azaña), cuando gobernaban Lerroux y la CEDA. Mientras Largo Caballero proponía el rechazo de las instituciones republicanas y la defensa de una revolución proletaria al estilo soviético.
Se quemaron iglesias desde 1931 hasta 1939, no de forma continuada, pero sí en períodos muy marcados y se quemaban porque se quería demostrar que España había dejado de ser católica… (frase acuñada por el Ministro de Guerra, Manuel Azaña un miércoles 14 de octubre de 1931).
Y eso, a pesar de que la Iglesia acató el orden republicano, incluso después de estallar la guerra. Una vez estalló la guerra la Iglesia fue furibundamente atacada, y los católicos por el hecho de serlo torturados y asesinados.
Y eso, a pesar de que la Iglesia acató el orden republicano, incluso después de estallar la guerra. Una vez estalló la guerra la Iglesia fue furibundamente atacada, y los católicos por el hecho de serlo torturados y asesinados.
Para quien dude, otro botón de muestra… está es nuestra madrileña Puerta del Sol… ¡qué nos importaba a nosotros celebrar una semana de homenaje a Rusia en el XX Aniversario de su Revolución! O tal vez, si que llevaba mucho tiempo importándoles si se deseaba instaurar aquí un satélite soviético como Albania, Checoslovaquia o la lejana Cuba. En Madrid deben recordarse los enormes retratos de Stalin, Vorochilov y Litvinov que se colocaron cegando los arcos de la Puerta de Alcalá en noviembre de 1937. Por buscar un medio imparcial wikipedia recuerda que “diversos historiadores estiman que las víctimas del régimen de Stalin oscilan entre 643.000 y 60 millones de muertos con una media entre todos ellos de unos 20 millones”. Éste sujeto era el propuesto como modelo de estadista.
Finalmente, a través de un amigo, aquí tenéis estas dos fotografías de la calle Arco de Palacio de Toledo. A la izquierda de esa calle se encuentra la Catedral Primada, a la derecha el Arzobispado. El alcalde toledano, José Ballester, en la sesión celebrada en el Ayuntamiento el 3 de julio de 1931 (¡a dos meses y medio de la recién estrenada II República!) no tenía otra cosa más importante que hacer que cambiar el nombre de quince calles y plazas… En el enlace que os ofrezco podéis leer toda la sesión que publicaron los periódicos. Solo una pregunta:
¿No había otra calle en todo Toledo más que la que se encuentra ante la Catedral de Primada de España para darle el nombre de Carlos Marx?
Ampliad la imagen, entre la cartelería de las elecciones de febrero de 1936, y contestaos a la pregunta…