Por Yasmin Oré y Jesús Urones

Muchas personas en el mundo esta semana celebrarán el día de la mujer y los católicos podemos aprovechar esta fecha para recordar a las grandes mujeres santas que nos ha dejado la Iglesia. Por ello, vemos necesario conocer a fondo la vida de la religiosa María Rivier que será canonizada el 15 de mayo por el Papa Francisco en Roma. 

Las Sagradas Escrituras nos enseñan la importancia de la educación religiosa en la fe desde pequeños: Proverbios 22,6 “Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo no se apartará de él.”  Pues bien este fue el camino elegido por Maria Rivier, dedicarse a la educación de niñas, enseñándolas a amar a Jesucristo y que estas nunca se apartaran de su camino.

¿Quién fue María Rivier?

María Rivier, a la que llamarán Marinette, en su familia; nació el 19 de diciembre de 1768 en Montpezat, Francia. A finales de abril de 1770, Marinette, con 16 meses se queda inválida a causa de una caída y padeció raquitismo también. Por ello, ya de adulta no sobrepasará el metro y treinta y dos centimetros de estatura.

La señora Rivier, madre de Maria y mujer de una gran fe, lleva a Marinette todos los días ante la imagen de  Nuestra Señora de la Piedad y la niña ,que ve rezar a su madre, adquiere pronto una certeza indestructible ¡La Santísima Virgen me curará! decía. Dejada a solas a los pies de María con su hijo muerto en brazos, Marinette contempla ese misterio de amor apasionado, se graba en su corazón. ¡Milagro! El 8 de septiembre de 1774, Marinette empieza de repente a andar. Esos cuatro años de “escolaridad” ante María marcarán para siempre la vida de Marie Rivier. A los 18 años, María Rivier se consagra sin escatimar esfuerzos a la evangelización y al cuidado de los pobres. Abre una escuela en pleno periodo del Terror, los sacerdotes son perseguidos, todo acto religioso es considerado sospechoso. María Rivier organiza en secreto las asambleas del domingo. Ella se hace más precavida pero continúa su ardiente apostolado. En 1794 se siente llamada al pueblecito de Thueyts. Allá va. Pronto cuatro jóvenes, escasas de haber y de saber, se unen a ella y se dejan ganar por el fuego del Evangelio.

En un momento en que todos los conventos cierran, María Rivier va a abrir el suyo. El 21 de noviembre de 1796, fiesta de la Presentación de María en el Templo, María y sus cuatro compañeras se consagran a Dios. La nueva comunidad que vive en la indigencia más completa, a pesar de ello, no tarda un multiplicarse. Para María Rivier y sus hijas, la educación cristiana de la juventud es y será siempre una prioridad. Sin embargo la educación de la fe se extiende también a los adultos. Los pobres son sus preferidos. A María Rivier nada la frena en su ardor apostólico, se expresa con una claridad, una energía, un fervor que van directos al corazón. Una fuerza ínterior la sostiene y la lleva a exclamar: ¡O dar a conocer a Jesucristo o morir! A su muerte el 3 de febrero de 1838, esa apóstol de ardiente corazón había fundado 141 casas y recibido más de 350 hermanas para continuar su obra. . 

María Rivier, profeta de nuestro tiempo, fue beatificada en Roma por el Papa Juan Pablo II el 23 de mayo de 1982. Hoy sus hijas se encuentran en 20 países del mundo.

¿Qué compañía o congregación fundó?

Los primeros apostolados de María Rivier y de sus compañeras se han desarrollado y extendido. Hoy se encuentran en diferentes partes del mundo, exactamente en 20 países. Su misión de dar a conocer y hacer amar a Jesucristo ha adquirido muchos rostros en los 225 años de existencia.  Mientras exista un rincón de tierra donde Jesucristo no sea conocido y amado, las hijas de la Mujer Apóstol no podrán descansar.

Su fuego apostólico se extendió, mucho más allá de su imaginación, en la Francia del siglo XVIII. A su muerte en 1838, esta pequeña mujer de Dios discapacitada, María Rivier, había fundado 141 escuelas en la región montañosa del Ardèche. Su ejemplar compromiso misionero al servicio del Evangelio se ganó el corazón del Papa Pío IX, que en 1853 la proclamaba Mujer Apóstol.

Hoy, la misión de la Mujer Apóstol encuentra su pleno desarrollo en la creatividad y el ingenio de sus hijas. Con fidelidad creativa, las Hermanas de la Presentación de María siguen dando a conocer y haciendo amar a Jesucristo, adaptándose constantemente a las necesidades actuales, permaneciendo fieles a su herencia católica de la fe cristiana.

La Congregación de las Hermanas de la Presentación de María fue creada oficialmente el 21 de noviembre de 1796. María Rivier y sus cuatro primeras compañeras se consagraron a Dios, bajo el patrocinio de la Bienaventurada Virgen María, no sólo ellas, sino también la Congregación, sus alumnas, su casa y sus obras!  Se consagró en secreto debido a la persecución que sufrían en ese tiempo las congregaciones religiosas. Fue un dia importante y lleno de alegría. La Congregación toma este nombre por la festividad del día, María Rivier ve una gran similitud en el significado profundo de la fiesta con lo que ella sueña para las hermanas. Cuenta una tradición muy antigua que cuando la Virgen María era muy niña, sus padres, San Joaquín y Santa Ana, la llevaron al templo de Jerusalén y se la presentaron a Dios en agradecimiento por su nacimiento y en ofrecimiento para su consagración. Así lo narra el Protoevangelio de Santiago.

Actualmente las hermanas de Presentación de María tienen centros en España: Donostia, Vitoria, Córdoba, pero también en otros países del mundo como Estados Unidos, Senegal, Perú, Brasil, Japón, Filipinas, Canadá, Francia, Portugal, Mozambique, etc.

¿Qué ha dicho la Iglesia sobre Maria Rivier?

Algunas declaraciones importantes:

-12 de Mayo de 1853 el Papa Pio IX declara Venerable a Marie Rivier, la llama “Mujer Apóstol”.

-15 de Junio de 1890 el Papa Leon XIII  emitio el Decreto sobre la heroicidad de sus virtud. Faltaba aun el milagro para declararla Beata.

-3 de Febrero de 1938 cura a Paulette Dubois de una acrodinia infantil.

-Diciembre de 1975 un comité de 9 médicos  reconocieron por ultima vez la curación de Paulette Dubois como milagrosa.

-23 de mayo de 1983 fue beatificada por Juan Pablo II.

Creo conveniente recoger algunas palabras de Juan Pablo II sobre la Beatificación de esta “Mujer Apóstol”:

Miremos ahora a la Beata María Rivier, a quien Pío IX ya llamaba la “mujer-apóstol”. De hecho, fue el ardor de su apostolado lo que impresionó a todos sus contemporáneos, durante y después de la Revolución Francesa. Apasionada desde niña por la idea de instruir a los pequeños, de enseñarles, como una “mamita”, a amar a Dios, fundó mucho más tarde las Hermanas de la Presentación, especialmente para educar a los jóvenes a vivir en la fe. , privilegiando a los pobres, a los huérfanos, a los que están abandonados o no conocen a Dios. No solo une a las jóvenes, sino que quiere “formar buenas madres”, convencida del papel evangelizador de las familias y de la importancia de la iniciación religiosa desde la primera infancia: “¡La vida está en las primeras impresiones!”, dijo. Ha sido considerado como un “cosechador de innumerables almas”....

Se ganó el titulo de Mujer Apóstol por su pasión, por enseñar a amar a Dios a sus niñas, por haber sido una educadora de las jóvenes en la fe cristiana. Una apóstol incansable de Jesucristo. Por ello, el Papa afirma que ha sido una cosechadora de innumerables almas, y es cierto por sus colegios han pasado cantidad de chicas a las cuales las hermanas las han infundido un gran amor hacia el Señor y hacía la Sanísima Virgen.  

¿Cuáles son las enseñanzas espirituales de la Madre Rivier?

La Escuela Francesa de Espiritualidad del Cardenal Pierre Bérulle ha tenido una profunda influencia en el desarrollo espiritual de la Congregación. Como Fundadora, María Rivier fue formada profundamente  por su guía espiritual, el Sr. Pontanier, un sacerdote sulpiciano. Estos aspectos de esta escuela, encontraron su cumplimiento en la vida de María Rivier. Lo vemos en su unión con los misterios de Jesucristo, en su amor a la Virgen María, la Cruz, el Evangelio, la Iglesia, la Eucaristía,  las Bienaventuranzas,  los pobres, los niños y  los jóvenes. 

Aquí, algunas enseñanzas espirituales que aunque fueron dadas a hermanas religiosas, nos sirven también a nosotros en nuestro camino de santidad:

Sobre la Oración: “Aprended a conversar con Dios en lo más profundo de vuestro corazón” (María Rivier)

Ora en todo momento, cuando estés solo y en medio de la multitud. Limitar nuestra relación con Dios a momentos puntuales, a espacios concretos, a liturgias, es desgajar a Dios de la vida, es separarlo, de manera que lo convertimos en un Dios a nuestra medida y su mensaje pierde sentido. Dios habita en todas las personas. Vive intensamente esa presencia de Dios, reconoce la presencia de Dios en cada minuto y en toda circunstancia. Somos presencia de Jesucristo. (Libro “Todo por Amor” pág. 33)

Imitadores de Cristo: “Que nuestra vida sea un Evangelio abierto donde la gente pueda leer a Jesucristo”. (María Rivier)

Una tarea preciosa la de vivir el Evangelio, la de hacer posible vivir en la tierra como en el cielo. Ser Evangelio es ser palabra de Dios viva, es encarnarse para ser Buena Noticia y encender corazones. María Rivier nos recuerda dónde reside lo importante, lo que da razón a la vocación de la Presentación de María. Es el mensaje de Jesús, un mensaje de amor en el que las personas son el centro. Llamados a ser, a vivir desde nuestra esencia, lo que somos: imagen y semejanza de Dios. (Libro “Todo por Amor” pag 49)

Apostolado:  "Mientras haya un rincón en la tierra donde Jesucristo no sea conocido y amado, no descansaré." (Maria Rivier)

Pasión por anunciar, por llevar la Buena Noticia de Jesús. El espíritu de Evangelio que arde en el interior de María Rivier la empuja a anunciar a Jesús en cualquier parte, en cualquier momento y a todo el mundo. Ella habla de lo que hay en su corazón, de la vida que la mueve por dentro. Su anuncio es claro con palabras sencillas y cercanas que todo el mundo entiende, porque ese es su mayor reto: conectar con todos sin excepción. No habla de lo que no conoce. Todo lo que dice antes ha pasado por su corazón, lo ha rezado y ha dejado que le traspase la vida. Esa es la diferencia entre hablar de una teoría o de una experiencia. María Rivier toca el corazón de las personas porque transmite vida y eso siempre transforma, hace pensar, invita a camina (Libro “Todo por Amor” pag 57)

Conocer a Cristo: "Estudiad a Jesucristo, amad a Jesucristo, imitad a Jesucristo, dadle a conocer y hacedle amar en todas partes." ( Escritos espirituales  pag 16)

Fundamentalmente en la enseñanza escolar, pero también como cristianos activos en una vida parroquial, podemos dar a conocer a Cristo en las catequesis, en el internet, en todos los sitios donde vayamos, por ello para poder hablar de Cristo, es necesario estudiarlo e imitarlo. Nada mejor que vivir como otros Cristo, ya lo dijo San Pablo  “Sed imitadores mios como yo de Cristo”1Cor 11,1.

Las cruces en esta vida: "No cesamos hija mía de bendecir al Señor en las cruces, las penas y contrariedades permiten que experimentemos sin cesar de una manera o de otra, acordémonos de que Jesucristo dijo a los Apóstoles: seréis perseguidos por amor de mi nombre…..Todos los santos se han santificado por este mismo camino. Todas las fundaciones no han cesado de tenerlas, y es que siempre me ha llenado de la mayor confianza porque la obra de Dios esta siempre marcada por la cruz y triunfan difícilmente." (Escritos espirituales 181).

En la vida de Santa Maria Rivier siempre existieron cruces desde las físicas:  enfermedades, minusvalías, hasta otras espirituales (tiempos de persecuciones a ordenes religiosas, divisiones, etc.) pero ella todas esas cruces las afronto con confianza, con la fe y esperanza de una digna hija de Dios. Este ejemplo de enfrentar el sufrimiento tanto físico como espiritual debe ser modelo tanto para los religiosos como para los laicos. 

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 Yasmin Oré (ex alumna del colegio Presentación de María)

Jesús Urones (reciente conocedor de la Beata María Rivier)