Me siento confortado al comprobar, tras un rápido repaso a varios digitales católicos, que hay muchas personas ocupadas en resolver los gravísimos problemas que hoy en día tiene la Iglesia Católica, no sólo en España, sino en el mundo entero. Mediante un sencillo recopilatorio de frases, podemos obtener una visión de conjunto más que suficiente.

Definamos primero al espectador, ése que se dispone tranquilamente a ver pasar por delante de sí estas muestras del ímprobo esfuerzo eclesial por llevar a Jesucristo al mundo entero, un mundo que agoniza de sed y de angustia: imaginemos, pues, que nuestro espectador es un joven de clase media-alta sentado junto al brocal de un pozo sin poder alcanzar agua para saciar su ardiente sed; simplemente se dirige a nosotros diciendo: ¡tengo sed!

¿Y que opina de lo que ha hecho con usted el padre ***** al mandarle al infierno mediático de los blogs filolefebvrianos y al ponerle, calumniosamente, en relación con una opinión acerca de la "Misa bastarda"?

El joven, sorprendido y admirado, repite: ¡tengo sed!

Quienes realmente estáis obsesionados con el PP sois los que intentáis por todos los medios compaginar vuestra condición de católicos con el apoyo a un partido político manifiestamente anticatólico como el de la gaviota. Eso más que obsesión es un caso paradigmático de esquizofrenia aguda.

El joven, sientiendo que algo sobrenatural le invade, insiste: ¡tengo sed!

El PP también ha roto defensas, dado que fue ese partido el que legalizó en España el aborto químico y la investigación con embriones humanos. No se limita a consolidar las iniquidades del PSOE, tiene también las suyas propias, marca de la casa. Ojo.

El joven, presa de la desesperación, exclama: ¡tengo sed de Dios!

¿Cómo verán los católicos que los obispos pongan en manos de gentes vinculadas al partido abortista de derechas la única televisión que pretendía ser católica?
 
El joven pregunta entonces: ¿sabe alguno de ustedes algo acerca de Dios?

¡Oh, gran problema! Se inventan una misa sintética de laboratorio con base, sustancia y aditivos protestantizoides Bien. Prohíben en la práctica la Santa Misa, hasta la persiguen con saña, ¡y lo siguen haciendo hoy día! Bien.

Finalmente, el joven se arroja al pozo, en cuyo fondo seco queda aplastado.

En realidad, no existe ningún problema en la Iglesia Católica. Que sea perseguida y acosada ya estaba en el guión original. Que sea despojada y crucificada es la prueba de que sigue siendo el cuerpo místico de Cristo, en el que se reproducen sus mismos sufrimientos. Todo el afán en evitar la persecución y el expolio no es más que la misma actitud de los apóstoles que niegan que sea posible que tal cosa le suceda a su Maestro. Todo afán por la DEFENSA frente al mundo no es más que San Pedro desenvainando su espada y cortando la oreja de Malco. Sólo la entrega sumisa a la voluntad del Padre es garantía. Lo demás no son sino ruidos.

La Iglesia Católica no tiene ningún problema. El único problema somos los católicos.

PD: para posibles interesados en matar al mensajero, no se preocupen, ya me mato yo mismo: el peor de todos soy yo. Asunto zanjado.