Lo mismo que nos planteábamos una acción positiva sobre los jóvenes, nos la planteamos también sobre los mayores.
Nos limitamos a comentar sólo algunos puntos; de lo contrario, no escribiría un artículo sino un libro todo lo extenso que quisiera. Y me quiero referir a algunas acciones positivas durante los fines de semana si se quieren vivir de manera positiva en función de la familia. No en plan de estudio sociológico, sino en plan de amigo que comenta con los amigos una manera lógica de actuar en familia, sobre todo, los domingos.
1) Salir juntos, orientando sobre amigos
Es muy positivo que mientras los hijos son pequeños salgan todos juntos. Esto hace que los lazos familiares se vayan estrechando.
Y, a medida que los hijos vayan creciendo, que intenten los padres conectarles con algún grupo de amigos con criterios cristianos por lo importantes que son las compañías ya desde pequeños.
El domingo creo que debe ser el gran día de la convivencia familiar, que debe, creo yo, anteponerse a cualquier actividad y diversión por mucho que les guste.
2) Convivencia sin ser absorbentes
Esta convivencia no debe ser absorbente, procurando que los hijos vayan a gusto. También los pequeños deben tener un espacio para estar con los amigos. Todo debe compaginarse con equilibrio y prudencia.
3) Visitar a los padres ancianos
Que vean los pequeños que los abuelos son muy importantes y queridos; además que los abuelos tienen una querencia especial hacia los nietos, y se merecen todas las atenciones y ayuda de la familia. Y si están necesitados y se les ayuda de alguna manera; que los niños lo vean y aprendan.
4) Misa
Algo muy importante para la familia es la asistencia a misa los domingos y, si es posible, que vayan todos juntos, los padres, los primeros; con lo que aprenden los niños a valorar la misa desde pequeños.
Cuando llegan a la pubertad, muchos dan la impresión de no tener ganas por influencias de amigos, del ambiente y porque empiezan a acostarse tarde los sábados.
Vemos que todo está relacionado; de ahí que en esa etapa los padres empiezan a estar muy preocupados en cuanto al porvenir de sus hijos.
5) Reuniones
Los domingos suelen ser días de catequesis y de reuniones. Es una manera de forjarnos en la fe tanto los padres como los hijos. Si la fe de los padres es viva y van orientando sus vidas de cara a agradar a Dios podemos mirar el futuro con confianza y alegría.
6) Descanso
No podemos olvidar que el domingo es el día de descanso además de acercarse más a Dios y darle culto. No es el día para hacer lo que no hemos podido hacer durante la semana.
Soy consciente de que lograr todo esto no es fácil, ni mucho menos, pero también lo soy de que si se toma con interés todo esto que estamos diciendo, podemos esperar un futuro esperanzador para nuestras familias. Como base de todo ello, hay que poner a Jesús como centro de nuestra vida.
José Gea