“La primera vez que Leigh-Anne Tuohy me dijo ‘te quiero’ fue algo impresionante. Nunca hubiera pensado que una frase como te quiero, tan simple, pudiera decir tanto, pero es que no la había escuchado jamás…”



Sin lugar a dudas, la historia de Michael Oher es una de las más impactantes que he podido conocer. Michael, un chico negro de inmensas dimensiones, creció en un barrio paupérrimo de la ciudad de Memphis, Tennessee. El lugar era tan miserable que se le conocía como Hurt Village (El Barrio del Dolor). Todo parecía dispuesto en contra de Michael. Su padre estuvo varias veces en la cárcel y acabó siendo asesinado. Su madre se dedicaba a traficar con droga y desatendía totalmente a los doce hijos que había tenido. Varios de sus hermanos acabaron en centros de acogida. Así, Michael creció en la indigencia, durmiendo bajo algún cobertizo. 

Sin embargo, su habilidad atlética cambió las cosas. Un hombre lo llevó al Instituto privado Briarcrest Christian School. Los directivos de la escuela quedaron perplejos con el potencial deportivo de Michael (medía ya más de 1,90 y su peso sobrepasaba los 100 kilos, pero se movía con gran agilidad). Al final, lo aceptaron en el Instituto, con beca incluida por supuesto, y lo apuntaron en un programa especial, pues sus conocimientos académicos no alcanzaban los de un niño de 2º de Primaria. Michael era un alumno de instituto privado, pero seguía viviendo en la indigencia.

Entonces surgió la familia Tuohy, de raza blanca. La mujer, Leigh-Anne, cristiana entregada, se percató de la situación, pues sus dos hijos también asistían a esta escuela. Planteó el caso a su marido, Sean, y, con generosidad admirable, primero acogieron y luego, tras un proceso largo, complicado y muchas veces doloroso, adoptaron al gigantón.
 


La historia fue la base del libro The Blind Side (El Lado Ciego), escrito por Michael Lewis, que se convirtió rápidamente en un bestseller. De allí, pasó al cine. La película, del mismo nombre (en España se llamó Un Sueño Posible), permitió a Sandra Bullock, excelente en el papel de Leigh-Anne Tuohy, ganar el Oscar. Sin duda, el film fue impactante y muy recomendable para toda la familia, como ya lo reseñaba anteriormente en ReL Guillermo Urbizu.

Pero la historia de Michael no acabó en la película. El chico destacó enormemente como jugador universitario y lleva ya dos años triunfando en la mejor liga del mundo, la NFL, con los Baltimore Ravens. El jugador ha escrito ahora su propio libro De la Indigencia al Sueño Posible y Después.

En una entrevista concedida a Neil Reynolds, colaborador del boletín Sportmagister (www.sportmagister.com), el cual recomiendo principalmente para aquellos entrenadores interesados en formarse en valores (y los padres de familia no dejamos de ser entrenadores que tenemos a cargo un equipo más o menos nutrido), Oher explica su historia, la cual tiene dos puntos de gran interés y que dan para largas reflexiones:
 
Primero, la importancia de esos héroes callados de hoy en día, matrimonios –o familias enteras en este caso- que, con generosidad ejemplar, acogen o adoptan a aquellos a quienes la vida no ha sonreído en un inicio. Segundo, el papel del propio acogido o adoptado, cuando conoce de dónde viene y la responsabilidad personal que esto implica para con sus semejantes cuando triunfa o se realiza en la vida, principalmente para con los de El Lado Ciego.