-Todos los humanos, pese a nuestra condición de creyentes, cristianos, católicos religiosos, consagrados, sacerdotes, obispos, cardenales y papas, somos, ante Dios, pecadores. Es decir, hemos faltado de pensamiento, palabra, obra u omisión, en alguno o muchos momentos de nuestra vida, a los mandamientos de la santa Ley de Dios.
-Así lo expresamos a diario todos los participantes en la eucaristía (misa), cuando al inicio de la misma, decimos :”Yo pecador me confieso a Dios y a vosotros hermanos que he pecado mucho….Y también todos proclamamos:”Porque sólo Tú eres santo”.
-“Si dijéramos que no tenemos pecado, nos engañaríamos a nosotros mismos y la verdad no estaría en nosotros”( I Jn 1,8)
-Jesús en el Evangelio nos dice: “Sed santos, porque vuestro Padre celestial es santo.”
A quien le llamaba “maestro bueno” le contesta:”¿Por qué me dices bueno?. Bueno sólo es Dios”, “Convertíos y creed en el Evangelio”, “Yo os digo: Si no hacéis penitencia, todos pereceréis igualmente”.
-“Todo árbol que no de frutos buenos, será cortado y arrojado al fuego”. “He venido a llamar a los pecadores a penitencia”.”He venido para que tengáis vida y vida abundante.
-“La verdadera penitencia consiste en llorar o detestar los pecados cometidos y éstos no volverlos a cometer”( S.Gregorio Magno)
-La penitencia es una verdadera vuelta a Dios del que uno estaba alejado por el pecado.
-“Volveos, convertíos a Mí y seréis salvos”(Is45,22)
-“Si confesamos nuestros pecados, fiel y justo es el Señor para perdonarnos y limpiarnos de toda iniquidad”(I Jn 1,9)
-“Si vivís según la carne moriréis; pero si con el espíritu mortificáis las obras de la carne, viviréis” (Rom.8,13)
MIGIUEL RIVILLA SAN MARTÍN