Dos hechos significativos en pocos días, en el año de la renovación de la cúpula episcopal argentina nos dan indicios de cambios. ¿Serán estos gatopardistas modificaciones de algunas apariencias a fin de consolidar el poder de un Establishment que ha demostrado su desinterés por las realidades sobrenaturales? Es difícil saber, aunque ciertos hechos poco comunes nos dan la esperanza de un futuro mejor.
El Nuncio Mons. Bernardini en ocasión de su homilía aquí citada (tercero desde la izquierda)
Dijo, entre otras cosas el Nuncio Bernardini: “Los años inmediatamente subsiguientes al Vaticano II transcurren en una euforia general para la Iglesia y en consecuencia para el Papa. Pero es suficiente la publicación de la Humanae Vitae, con la que el Santo Padre confirma la doctrina tradicional, en base a la cual el acto conyugal y el aspecto procreativo no pueden ser lícitamente separados, que estallan las críticas mas feroces contra Pablo VI, que hasta aquel momento había agradado al mundo. Sus simpatías por Jacque Maritain y por el humanismo integral habían abierto las esperanzas de los ambientes modernistas internos a la Iglesia y al progresismo político y mundano. (…)
“Ahora, una cosa es cierta: El Papa Benedicto imprimió a su pontificado el sello de continuidad con la tradición milenaria de la Iglesia y sobre todo de purificación. Sí, porque a la inseguridad de la fe siempre le sigue la ofuscación de la moral.
El cura Alessio es un hombre notablemente descarado. Por sus dichos, por el usufructo ilegítimo que ha hecho de los beneficios eclesiásticos durante 27 años, en que ha gozado de casa, ingresos y púlpito para difundir sus doctrinas perversas. Y porque ahora acusa a su obispo, que nos es un Santo Toribio de Mogrovejo precisamente, de echarlo por “pensar diferente”. Como si la larguísima e inexplicable tolerancia que se le ha tenido no fuese siquiera motivo para callar esta imputación tan vana como poco caballeresca. Cría cuervos...
Maccarone, candidato de la progresía a suceder a Mons. Bergoglio, con los Kirchner, poco antes de la aparición del "video".
El nombre de Maccarone se mantuvo durante años en la Comisión Episcopal de la Universidad Católica Argentina después de este desgraciado hecho (desgraciado pero no sorpresivo, porque Maccarone venía huyendo de otra diócesis donde tenía radicada una denuncia penal por hechos similares). La lentitud para darle de baja de los cargos más expectables de la Pontificia Universidad, así como el mensaje “solidario” de la CEA cuando salió a la luz pública su affaire, dejan perplejo al más mundano. Sobre este penoso mensaje hemos reproducido una parodia en este mismo blog, que quizás ahora cobre nuevo sentido para el lector español.
Veamos primero los hechos, y luego las conjeturas de este análisis.
Primer hecho notable, y fácil de relacionar con la visita de la Comisión Ejecutiva de la Conferencia Episcopal Argentina a la Santa Sede, es la homilía del Nuncio Bernardini en ocasión de unas jornadas misioneras. El tono, harto inusual, con que el diplomático se pronunció solo permite conjeturar con bastante grado de certeza que este mensaje le fue indicado desde instancias más altas. Se produjo a poco de regresar los obispos que ostentan los cargos más altos en el manejo de la CEA de una intempestiva excursión por Roma.
El Nuncio Mons. Bernardini en ocasión de su homilía aquí citada (tercero desde la izquierda)
Dijo, entre otras cosas el Nuncio Bernardini: “Los años inmediatamente subsiguientes al Vaticano II transcurren en una euforia general para la Iglesia y en consecuencia para el Papa. Pero es suficiente la publicación de la Humanae Vitae, con la que el Santo Padre confirma la doctrina tradicional, en base a la cual el acto conyugal y el aspecto procreativo no pueden ser lícitamente separados, que estallan las críticas mas feroces contra Pablo VI, que hasta aquel momento había agradado al mundo. Sus simpatías por Jacque Maritain y por el humanismo integral habían abierto las esperanzas de los ambientes modernistas internos a la Iglesia y al progresismo político y mundano. (…)
“Ahora, una cosa es cierta: El Papa Benedicto imprimió a su pontificado el sello de continuidad con la tradición milenaria de la Iglesia y sobre todo de purificación. Sí, porque a la inseguridad de la fe siempre le sigue la ofuscación de la moral.
“En realidad, si queremos ser sinceros, debemos reconocer que año tras año ha aumentado, entre teólogos y religiosos, hermanas y obispos, el grupo de cuantos están convencidos que la pertenencia a la Iglesia no comporta el conocimiento y la adhesión a una doctrina objetiva.
“Se ha afirmado un catolicismo "á la carte", en el cual cada uno elige la porción que prefiere y rechaza el plato que considera indigesto. En la práctica un catolicismo dominado por la confusión de los roles, con sacerdotes que no se aplican con empeño a la celebración de la Misa y a las confesiones de los penitentes, prefiriendo hacer otra cosa. Y con laicos y mujeres que buscan sustraer un poco por vez, el lugar al sacerdote para ganarse un cuarto de hora de celebridad parroquial, leyendo la oración de los fieles o distribuyendo la comunión”. Puede leerse el texto completo en este vínculo
Reitero: nunca habíamos oído a un nuncio de los tiempos modernos tales juicios, que por una vez apuntan a las realidades. Parece indudable que ha recibido un mandato, y que este mandato proviene de quienes han querido responder a la presión de los manejan los destinos del episcopado argentino, en una visita tan extemporánea como fútilmente justificada, que hemos comentado también en este blog
El segundo hecho muy significativo, a apenas días del mensaje del nuncio, es la decisión de los tribunales interdiocesanos con sede en Córdoba, Argentina, de expulsar de la Iglesia al P. José Nicolás Alessio por su reiterada negación de puntos esenciales de la doctrina católica. El P. Alessio además de defender la homosexualidad de un modo público, participa de una asociación autodenominada “Sacerdotes para el Tercer Mundo”, que ha retomado el nombre bajo el cual los curas revolucionarios de los años posconciliares no solo alborotaron la Iglesia argentina, sino que pusieron las bases de la teología de la liberación y fueron el semillero de los movimientos insurgentes marxistas de inspiración “cristiana”, particularmente el poderoso “Montoneros”, cuyos remanentes hoy, junto con personajes de extracción marxista ortodoxa (Partido Comunista) y otras variantes de la izquierda, pueblan los cargos públicos desde la asunción del presidente Kirchner, y más notoriamente en los últimos meses, tras su muerte, han apretado el entorno de su viuda y presidente actual.
Descarado y vividor, el cura Dalessio se dice perseguido
El cura Alessio es un hombre notablemente descarado. Por sus dichos, por el usufructo ilegítimo que ha hecho de los beneficios eclesiásticos durante 27 años, en que ha gozado de casa, ingresos y púlpito para difundir sus doctrinas perversas. Y porque ahora acusa a su obispo, que nos es un Santo Toribio de Mogrovejo precisamente, de echarlo por “pensar diferente”. Como si la larguísima e inexplicable tolerancia que se le ha tenido no fuese siquiera motivo para callar esta imputación tan vana como poco caballeresca. Cría cuervos...
Si el lector desea ampliar sobre los dichos de este patanesco clérigo, puede clicar aquí, aunque no lo recomendamos a personas de estómago delicado.
La decisión de los tribunales interdiocesanos cordobeses sientan un precedente bastante raro en la praxis episcopal argentina de las últimas décadas, en la que, salvo los in fraganti, nadie resultó castigado por nada, en inclusive los propios in fraganti fueron benévolamente retirados a lugares tranquilos hasta que las cosas se calmasen.
El (fallido) intento de retorno más notable fue el del Arzobispo Maccarone, filmado en su dormitorio en indecorosísimas posturas junto a un joven chofer de autos de alquiler que contrataba como amante. Pocos meses ha que apareció en la diócesis de Mons. Help, en Santa Fe, Argentina, administrando el sacramento de la confirmación como si nada hubiese pasado, algo sobre lo que el lector puede informarse clicando aquí.
Maccarone, candidato de la progresía a suceder a Mons. Bergoglio, con los Kirchner, poco antes de la aparición del "video".
El nombre de Maccarone se mantuvo durante años en la Comisión Episcopal de la Universidad Católica Argentina después de este desgraciado hecho (desgraciado pero no sorpresivo, porque Maccarone venía huyendo de otra diócesis donde tenía radicada una denuncia penal por hechos similares). La lentitud para darle de baja de los cargos más expectables de la Pontificia Universidad, así como el mensaje “solidario” de la CEA cuando salió a la luz pública su affaire, dejan perplejo al más mundano. Sobre este penoso mensaje hemos reproducido una parodia en este mismo blog, que quizás ahora cobre nuevo sentido para el lector español.
Conclusiones provisorias: los antecedente;s de la CEA, particularmente bajo el gobierno del Card. Bergoglio son tan alarmantes en lo referido a la tolerancia de clérigos descarriados que tanto la respuesta del Nuncio como la merecida sentencia contra el P. Alessio solo puede provenir de una instancia más alta.
Ante la renovación de autoridades que se concretará a fines del corriente año, con la designación de un nuevo Arzobispo de Buenos Aires y un nuevo presidente de la Conferencia Episcopal, parece anunciar que Roma no será convidado de piedra en los futuros nombramientos. Cabe esperar que finalmente la Santa Sede se acuerde de los sufridos fieles argentinos y si es necesario importar, traiga del exterior obispos dignos de tal nombre, porque por aquí escasean.