El presidente Shimón Peres, ha destacado en su actual visita a España "la ironía de la historia", al recordar que el líder libio expresó hace pocos días su deseo de que hubiera "un Oriente Próximo sin Israel" y los acontecimientos apuntan ahora a que "va a haber una Libia sin Gadafi".
Peres confió en el final de Gadafi en la sede de la Comunidad Judía en Madrid, durante su intervención en el acto inaugural de su visita oficial a España para conmemorar el 25 aniversario del establecimiento de las relaciones diplomáticas.
"La ironía de la historia es muy fuerte. Hace un par de semanas el coronel Gadafi hizo un discurso y dijo que quería un Oriente Próximo sin Israel. Hoy todo parece indicar que va a haber una Libia sin Gadafi", dijo Peres en referencia a las revueltas que se viven en el país magrebí, en las que han muerto varios centenares de personas.
"Le importaba tanto Israel (a Gadafi) que se olvidó de ocuparse de su propio pueblo, y lo mismo les está sucediendo a todos los tiranos", añadió.
Para el jefe del Estado, "lo que está ocurriendo en Oriente Próximo está lleno de esperanza", por lo que ha deseado que "los moderados, los jóvenes, los que quieren la democracia sean los que ganen, y no los tiranos, los dictadores, ni los corruptos".
Peres pronunció este discurso poco después de conocerse que los aviones del Ejército del Aire libio habían bombardeado a los manifestantes que han reclamado en los últimos días la caída de Gadafi, en el poder desde 1969.
Según la cadena de televisión qatarí Al Jazeera, habrían muerto al menos 250 personas a causa de los bombardeos.
El presidente hizo hincapié en que la aspiración de Israel es que los países de Oriente Próximo "se hagan democráticos para no malgastar nuestra energía en matar, luchar o dominar, sino que nuestros jóvenes puedan construir un futuro de libertad".
Peres auguró que al igual que Gadafi, también será derrocado por su propio pueblo el presidente iraní Mahmmud Ahmadineyad, o el líder del grupo chiíta libanés Hezbollah, jeque Hassan Nasrallah.
Según Peres, Ahmadineyad "puede que tenga bombas, pero no tiene un mensaje de esperanza, ni para su pueblo, ni para otros pueblos".
"Su promesa al pueblo iraní, ¿cuál es? ¿uranio enriquecido, terrorismo, guerra, odio, dominación?", se preguntó.
Advirtió de que Ahmadineyad "es un problema y una amenaza para el mundo entero" por que "el terrorismo es global, se mueve, desde Madrid a Chechenia, de Afganistán a Berlín, no es un monopolio israelí".
Peres valoró que las manifestaciones que están teniendo lugar en el mundo árabe hayan sido protagonizadas por una generación joven que haya actuado de forma espontánea, sin estar organizada por nadie, "ni por la religión, ni por un ejército, ni por un partido".
"Internet, los ordenadores, facebook... les han mostrado en sus propios pantallas la pobreza, la corrupción, la falta de libertad, y han dicho: ya no más", aseveró.
Sobre el conflicto de Oriente Próximo, Peres ofreció diálogo a los palestinos, porque en su opinión, los judíos no nacieron "para hacer la guerra o para dominar a otros pueblos", ni tampoco quieren "revancha".
Destacó por encima de ello el esfuerzo del pueblo de Israel, que "no tiene tierra, ni agua, ni, gracias a Dios, tampoco petróleo".
Sobre España, manifestó su deseo de seguir trabajando en favor de la amistad que une a ambos países, después de lo que representó la expulsión de los judíos hace cinco siglos.
"El pueblo judío tiene razones para estar enfadado. Hemos sufrido tanto, por el antisemitismo, por la inquisición, por el odio y por la inolvidable Shoah (Holocausto), pero la fuerza de nuestro pueblo no es sólo recordar el pasado, sino nunca olvidar el futuro", explicó.
Peres se reunirá con el Rey de España, Juan Carlos I, y con el jefe del Gobierno español, José Luís Rodríguez Zapatero, y el miércoles 23 de febrero de 2011 concluirá su visita oficial con encuentros con empresarios españoles y el líder de la oposición, Mariano Rajoy.
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