Los científicos, a medida que van descubriendo el macrocosmos parece que no descartan el hecho de que los pueda haber. Y es que, a medida que se va descubriendo la inmensidad y grandeza del universo, uno piensa que pueden existir otros seres inteligentes además del hombre.

Yo, como cristiano, más bien lo descartaría. Naturalmente, no quiero decir que tengamos todos la misma opinión. Es sencillamente una opinión muy personal, pero pienso así. Y ¿por qué pienso así. Voy a dar mis razones.

Hace poco tiempo recibí un correo sobre el planeta tierra que me impresionó profundamente. Partiendo de la hoja de un árbol, la cámara se iba distanciando del objeto a pasos de 100 m. distancia que se iba multiplicando por 100 la vista anterior.

A medida que se iban sucediendo los múltiplos de 100 se iban viendo los planetas, el sol, las constelaciones… hasta llegar al punto que habían llegado los astrónomos con las últimas técnicas en la actualidad. Uno se perdía con los millones y millones de años luz. Iban apareciendo algunas imágenes de la tierra comparada con los anillos de Saturno, y con el sol, y, al dar el salto y compararla con nuestra galaxia, había desaparecido.

Se regresaba a la hoja del árbol y se avanzaba en el microcosmos hasta ver los protones y electrones, es decir, hasta donde ha llegado el hombre en la actualidad. Total, que uno quedaba absorto ante la inmensidad del macro y del microcosmos.

Ante la grandeza del universo tanto en el macro como en el microcosmos vistos en este correo, surgían en mí dos interrogantes que, indudablemente, se formula mucha gente:

1̊ ¿Existe Dios?

2̊ ¿Existirán, o no, otros seres inteligentes en el universo?

En cuanto al primero, lo tengo muy claro junto con todos los creyentes: Dios existe. No cabe en una mente sana decir que todo eso se ha hecho solo. Ha de haber un ser muy poderoso e inteligente que lo ha hecho todo. Nosotros lo llamamos Dios, otros, lo pueden llamar como quieran, pero hay un ser poderoso e inteligente, autor del universo. ¿Cómo es ese ser? La ciencia no llegará mucho más allá. Los cristianos, desde nuestra fe, lo llamamos Dios Padre Misericordioso. Gracias a Dios, creí en Él, así, desde mi más tierna edad.

Y en cuanto a si existen otros seres inteligentes en el universo, además del hombre, es de libre interpretación. Desde la fe no tenemos datos de que los haya, y desde la ciencia no hay pruebas para afirmarlo.

Pero, sin certezas religiosas ni científicas, tengo la impresión de que no los hay, porque si el Hijo de Dios se encarnó y murió por todos nosotros en la cruz, si alguien se pregunta ¿cómo es posible que sólo en la tierra haya seres inteligentes pudiendo haberlos en otros planetas? Puede uno también preguntarse ¿qué es la inmensidad del universo, tanto el macrocosmos como el microcosmos, comparado con la Encarnación?

Por eso digo que la respuesta para mí es clara. Dios actúa siempre a lo grande y en cuanto al amor, rompe todos los techos reales e imaginables. El gran misterio es que Dios es amor y se ha enamorado del hombre hasta el extremo de hacerse hombre.

De todos modos, sea de esto lo que sea, lo cierto es que entre los terrestres hay muchos que sufren, que están enfermos, que padecen injusticias, que están solos, que no han sentido el cariño inmenso de los padres… que pueden ser ayudados por nosotros y que Jesús nos premiará como hecho a Él, lo que hayamos hecho por ellos.

José Gea