Arabia Saudita, cuna del Islam, lugar de nacimiento de Muhammad, país que desde el surgimiento del Islam quedaron proscritas todas las religiones y exterminados los judíos y cristianos árabes. Todo aquel politeísta que no se convertía al Islam era degollado por Muhammad y sus fieles y sucesores. Arabia Saudita es considerada por los musulmanes como tierra “libre” de toda “contaminación de kafur [plural de kafir “cafre” infiel o no-musulmán] desde hace casi catorce siglos. Esto se puede resumir en una simple y sencilla frase: “Arabia Saudita es un estado total y absolutamente puro musulmán”
David Kennedy, profesor de Clásicas e Historia Antigua de la Universidad de Australia Occidental, ha utilizado los mapas por satélite de Google Earth para localizar 1.977 posibles sitios arqueológicos, incluyendo 1.082 tumbas de piedra con forma de lágrima.
El Dr. Kennedy nunca ha estado en Arabia Saudita. Él mismo dice que "No es el país más fácil de entrar"
Muy pocos arqueólogos han tenido permiso para acceder a Arabia Saudita. Este país es muy hostil a la arqueología. Los jeques y líderes musulmanes se oponen porque, aducen, que la arqueología podría centrar la atención en las civilizaciones que florecieron allí antes del surgimiento del Islam y, por tanto, a largo plazo, socavar la religión del estado.
En 1994, el Consejo de clérigos saudíes informó que había emitido un edicto afirmando que “la preservación de sitios históricos podría llevar al politeísmo y la idolatría" ambos punibles con la muerte de conformidad con las leyes del Reino.
Los gobernantes de Arabia Saudita han permitido en los últimos años a algunos arqueólogos excavar algunos sitios, incluyendo las espectaculares ruinas, y muy poco conocidas -de Maidan Saleh, una ciudad antigua que dos mil años de antigüedad, que marca el límite sur de la antigua y poderosa civilización nabatea.
Sin embargo, en su mayor parte el acceso a los sitios antiguos se ha visto gravemente restringido.
La preservación de sitios históricos podría llevar al politeísmo y la idolatría.
Arabia Saudita, gobernada por fanáticos y extremadamente religiosos pero sin ninguna seguridad en sus creencias. Qué poca fe en su propia religión.
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