El primer ministro, Biniamín Netanyahu, dijo que el proceso abierto por las protestas en Egipto genera esperanza entre los demócratas y también el riesgo de un largo periodo de inestabilidad en Oriente Medio.
"Todos los que defienden la libertad apoyan las reformas en Egipto y si Egipto las adopta será una fuente de esperanza en el mundo", afirmó Netanyahu en el Parlamento o Knesset, donde consideró que en ese caso no peligraría el acuerdo de paz con el vecino país.
El primer ministro advirtió, sin embargo, que "hay dos visiones, la del mundo libre y la del mundo radical", se preguntó sobre cual de las dos se impondrá en Egipto y concluyó que se trata de "un asunto crucial para Egipto y también para Israel".
"Es posible que ninguna de las visiones se imponga sobre la otra y la inestabilidad y la incertidumbre se prolonguen durante años en la región", añadió Netanyahu, que alertó contra el posible incremento de la influencia política de Irán en Egipto.
"El régimen iraní no quiere un Egipto que defienda los derechos humanos. Lo que quiere es un Egipto que regrese a la Edad Media, que se convierta en otra Gaza" dijo, en alusión al apoyo de Irán al movimiento islamista Hamás, que gobierna en la franja costera.
Junto a Jordania, Egipto es el único país árabe que reconoce la existencia del Estado de Israel, cuyas autoridades mantuvieron mutismo absoluto durante los primeros días de las protestas del pueblo egipcio para exigir la dimisión del presidente Hosni Mubarak.
El presidente, Shimón Peres, rompió el lunes ese silencio con un apoyo implícito a Mubarak, al agradecerle sus buenas relaciones con Israel y expresar su opinión de que "una oligarquía fanática religiosa no es mejor que la falta de democracia".
La de hoy es la tercera alusión de Netanyahu al vecino país, después de que el lunes, en una rueda de prensa con la canciller alemana, Ángela Merkel, se refiriera al peligro de que Egipto caiga en poder de los islamistas, y emitiera un comunicado en que exponía que "la comunidad internacional debe pedir a cualquier gobierno egipcio que mantenga el acuerdo de paz con Israel".
Israel ha reforzado esta semana la vigilancia en los 250 kilómetros de su frontera con Egipto en previsión de que las protestas en ese país propicien la entrada en el territorio nacional de terroristas, población beduina e inmigrantes sin papeles.
El principal grupo de la oposición a la dictadura de Mubarak, el movimiento de masas islamofascista y totalitario, los Hermanos Musulmanes, que a pesar de presentar un perfil de bajo nivel aparentemente para evitar suspicacias, está teniendo un importante rol en el conflicto egipcio. Miembros de la Hermandad Musulmana han declarado que: "Porque nosotros sabemos que, si Hosni Mubarak cae, seremos, todo el pueblo en Egipto, seremos libres, vamos a ser libres. Si el pueblo es libre en Egipto, vamos liberar Palestina, nosotros iremos a destruir a Israel! "[2]
Hermanos Musulmanes: ´Preparar los egipcios para la guerra contra Israel"
Un destacado miembro de la Hermandad Musulmana en Egipto, dijo a la lengua árabe de la red de noticias iraní Al-Alam, que le gustaría ver el pueblo egipcio prepararse para la guerra contra Israel. [3]
Muhammad Ghannem le dijo a Al-Alam, que el Canal de Suez, tiene que ser cerrado inmediatamente, y que el flujo de gas desde Egipto a Israel tiene que acabar "con el fin de lograr la caída del régimen de Mubarak." Añadió que "el pueblo debe ser preparado para la guerra contra Israel", diciendo que el mundo debe entender que "el pueblo egipcio está preparado para cualquier cosa para deshacerse de este régimen."
La mitad del crudo del mundo se transporta a través del canal de Suez y su cierre implicaría una elevadísima subida del precio del petróleo y del gas, lo que generaría una crisis energética y económica de primera magnitud a nivel mundial.
Los islamistas piensan que Israel podría desaparecer al enarbolarse la verde bandera de la Espada del Islam, pero no saben que esta vez el pueblo judío no está dispuesto a ser llevado como corderos al matadero, y que una guerra, no deseable para Israel, traería graves consecuencias para quien la desencadenase.
A los neonazis, extrema izquierdistas y judeófobos de toda ralea, la libertad de los egipcios no les importa nada, y el que los árabes y egipcios puedan acabar sometidos a una dictadura teocrática islámica, como la iraní, les atrae, pues sólo les motiva sistemas políticos y religiosos que estén obsesionados con destruir al pueblo judío y a Israel.
El nazismo lo intentó y al final fracasó. Gracias a Dios, existe ahora nuevamente el estado de Israel.
NOTAS
[3] http://www.jpost.com/Headlines/Article.aspx?id=206130