Es frecuente la confusión y demagogia que se da en el uso de estos dos términos. Una cosa es lo que pensamos los hombres y otra la que piensa Dios-Verdad absoluta-. Para clarificarlo, hagamos una breve síntesis, teniendo como referentes la Biblia y Jesucristo.
-Dios quiere que todos los hombres-ricos y pobres – se salven, sin excluir a nadie.
-El Hijo de Dios, Jesucristo, ha muerto en la cruz y resucitado absolutamente por todos.
-Jesucristo nació, vivió y murió pobre, a pesar de ser infinitamente rico al ser Dios.
-La vida y ejemplo de Jesús eran coherentes. Predica lo que vive y vive lo que enseña.
-Jesús mostró amor preferente con los pobres sin salud, cultura, dinero, gracia de Dios...
-Jesús tuvo amigos ricos (Mateo, Arimatea, Lázaro..) Comió, bebió, llamó y se hospedó.
-Dios aborrece la desigualdad, egoísmo, injusticia, entre ricos y pobres.( Juicio final).
-Manda vivir como hermanos, compartir todo, perdonar, ayudar y amarse unos a otro.
-Prioriza la justicia, pero desea la caridad de ricos para los pobres.
-Se identifica con los pobres, los que menos tienen, marginados, oprimidos, perseguidos
-Para Jesús son “ricos ante Dios” no los que tienen dinero.., sino los que hacen el bien…
-Ofende a Dios el pobre envidioso y bendice Dios al rico dadivoso.
El compendio de todo lo que vivió y enseñó, nos lo dejó en las Bienaventuranzas.