"El Papa excomulga a Europa" es el titular que da nombre a un artículo de opinión en el periódico Il Tempo (11.01.2011). Se trata de un texto a propósito del discurso que Benedicto XVI dio el lunes 10 de enero al cuerpo diplomático acreditado ante la Santa Sede y en el que el tema central fue la libertad religiosa (al final ofrecemos un resumen esquemático del texto).
Como es sabido, al inicio del año civil el Papa ofrece este discurso a los embajadores de los países con los que la Santa Sede mantiene relaciones diplomáticas (al presente 178).
En el contexto actual de persecución anticristiana no pudo ser menos oportuno. Por eso me llamó la atención la entrevista fuera de lugar que publicaron en La Repubblica el martes 11 de enero. En ella Massimo Cacciari vomitaba esperpentos contra el discurso del Papa diciendo que le "había desilusionado" pues no habló de lo que el filósofo quería (inmigración, guerra, etc.). También lo calificaba de retrógrado.
Observando un poco la prensa mundial, me ha dado gusto que por lo menos algunos valientes periodistas han tenido el arrojo de leer el texto completo. Digo, luego los titulares no reflejaban su valiente determinació o se centraban en aspectos perifericos del discurso pero se comprende que de alguna manera se tenga que llamar la atención para incitar a la lectura.
El discurso del Papa se divide en dos tres partes: 1) situación de la libertad religiosa en Oriente, 2) situación de la libertad religiosa en Occidente y 3) algunos principios que inspiran la actividad de la Santa Sede, y de toda la Iglesia católica, ante las Organizaciones Internacionales intergubernamentales, a fin de promover el pleno respeto de la libertad religiosa de todos.
Vamos a repasar cada apartado:
1) situación de la libertad religiosa en Oriente
A) Iraq: "Renuevo a las autoridades de ese País y a los jefes religiosos musulmanes mi apremiante llamamiento a trabajar para que sus conciudadanos cristianos puedan vivir con seguridad y puedan seguir dando su aportación a la sociedad de la que son miembros con pleno derecho".
B) Egipto: "en Alejandría, el terrorismo ha golpeado brutalmente a los fieles reunidos en oración en una iglesia. Esta sucesión de ataques es un signo más de la urgente necesidad de que los Gobiernos de la Región adopten, a pesar de las dificultades y amenazas, medidas eficaces para la protección de las minorías religiosas".
C) Estados de la Península Arábica: "espero que la Iglesia católica pueda disponer de estructuras pastorales apropiadas".
D) Pakistán: "Animo de nuevo a las autoridades de ese País a realizar los esfuerzos necesarios para abrogarla (la ley contra la blasfemia), tanto más cuanto es evidente que sirve de pretexto para cometer injusticias y violencias contra las minorías religiosas. El trágico asesinato del Gobernador del Punjab pone de manifiesto la urgencia de proceder en este sentido".
E) África-Nigeria: "Un triste testimonio de ello son los ataques contra dos lugares de culto en Nigeria, mientras se celebraba el Nacimiento de Cristo".
F) China: "mi pensamiento vuelve de nuevo a las comunidades católicas de China continental y a sus Pastores, que viven un momento de dificultad y de prueba".
G) Cuba: "quisiera dirigir una palabra de ánimo a las autoridades de Cuba, País que en 2010 ha celebrado los 75 años de sus relaciones diplomáticas ininterrumpidas con la Santa Sede, para que el diálogo que felizmente se ha instaurado con la Iglesia se refuerce y amplíe todavía más".
2) Situación de la libertad religiosa en Occidente
A) Países que conceden una gran importancia al pluralismo y la tolerancia, pero donde la religión sufre una marginación creciente: "Se tiende a considerar la religión, toda religión, como un factor sin importancia, extraño a la sociedad moderna o incluso desestabilizador, y se busca por diversos medios impedir su influencia en la vida social. Se llega así a exigir que los cristianos ejerzan su profesión sin referencia a sus convicciones religiosas o morales, e incluso en contradicción con ellas, como, por ejemplo, allí donde están en vigor leyes que limitan el derecho a la objeción de conciencia de los profesionales sanitarios o de algunos profesionales del derecho".
B) Otra manifestación de marginación de la religión y, en particular, del cristianismo, consiste en desterrar de la vida pública fiestas y símbolos religiosos, por respeto a los que pertenecen a otras religiones o no creen.
C) Reconocer la libertad religiosa significa, además, garantizar que las comunidades religiosas puedan trabajar libremente en la sociedad, con iniciativas en el ámbito social, caritativo o educativo. Por otra parte, se puede constatar por todo el mundo la fecunda labor de la Iglesia católica en estos ámbitos: "Es preocupante que este servicio que las comunidades religiosas ofrecen a toda la sociedad, en particular mediante la educación de las jóvenes generaciones, sea puesto en peligro u obstaculizado por proyectos de ley que amenazan con crear una especie de monopolio estatal en materia escolástica, como se puede constatar por ejemplo en algunos países de América Latina".
D) Amenaza a la libertad religiosa de las familias en algunos países europeos: "allí donde se ha impuesto la participación a cursos de educación sexual o cívica que transmiten una concepción de la persona y de la vida pretendidamente neutra, pero que en realidad reflejan una antropología contraria a la fe y a la justa razón".
3) algunos principios que inspiran la actividad de la Santa Sede, y de toda la Iglesia católica, ante las Organizaciones Internacionales intergubernamentales, a fin de promover el pleno respeto de la libertad religiosa de todos.
A) la convicción de que no se puede crear una especie de escala en la gravedad de la intolerancia contra las religiones. Desgraciadamente, una actitud semejante es frecuente, y los actos discriminatorios contra los cristianos son considerados precisamente como menos graves, menos dignos de atención por parte de los Gobiernos y de la opinión pública.
B) se debe rechazar también el peligroso contraste que algunos quieren establecer entre el derecho a la libertad religiosa y los demás derechos del hombre, olvidando o negando así el papel central que el respeto de la libertad religiosa tiene en la defensa y protección de la alta dignidad del hombre.
C) Por último, es necesario afirmar que no es suficiente una proclamación abstracta de la libertad religiosa: esta norma fundamental de la vida social debe ser aplicada y respetada en todos los niveles y ámbitos; de otra manera, a pesar de justas afirmaciones de principio, se corre el riesgo de cometer profundas injusticias contra los ciudadanos que desean profesar y practicar libremente su fe.
D) La promoción de una plena libertad religiosa de las comunidades católicas es también el objetivo que persigue la Santa Sede cuando establece concordatos u otros acuerdos.