Celebramos la Fiesta de la sagrada Familia. Una buena oportunidad para pensar en el espíritu que debe cultivarse en toda familia, de la cual depende el clima que se respire en la sociedad. Hay un empeño en "dinamitar" la familia tradicional. Y así nos van las cosas. Es bueno recordar que

LA PAZ EMPIEZA EN LA FAMILIA
 

Traigo al Blog este interesante artículo publicado por Aciprensa:

 Aunque ninguno de sus hijos "pinte" para delincuente, es necesario tener presente que la violencia poco a poco entra en los hogares. Por ejemplo, ¿sabía usted qué el 25 por ciento de las jovencitas en los Estados Unidos son golpeadas por sus novios y lo qué es peor, la mayoría de ellas cree que esto es normal?

ORACION DE CONSAGRACIÓN DE NUESTRAS FAMILIAS A LA FAMILIA DE NAZARET

 

Padre Celestial, que has preparado el hogar de José y María para la llegada de tu Hijo, Jesucristo,

nosotros (decir los nombres de todos los miembros de la familia) N..., N....., N....

queremos consagrar nuestra familia a la Sagrada Familia de Nazareth.

Queremos que en nuestro hogar nos empeñemos en realizar el plan que has trazado para nuestras vidas.

Danos la gracia de esforzarnos en practicar en nuestra vida diaria los valores y las virtudes que son necesarios para hacer que:

- el amor venza nuestra tendencia al egoísmo;

- la cooperación y la solidaridad venzan nuestra tendencia a competir entre nosotros.

Concédenos que nos esforcemos en ser responsables en el trabajo, en el estudio, en el cumplimiento de nuestros deberes como personas y como familia.

Queremos que, según el ejemplo de Jesús, de María y de José, tengamos en cuenta lo que Tú quieres de nosotros, al tomar nuestras decisiones.

Te rogamos que tengamos siempre la lucidez del espíritu y la generosidad del corazón para emplear nuestras capacidades y nuestros bienes materiales de acuerdo con tu santa Voluntad.

Inspíranos para aprender a establecer las justas prioridades en el manejo de ese precioso don tuyo que es el tiempo. Y ante todo, que seamos más sensibles a las necesidades y a los sentimientos de las personas que queremos.

Padre Celestial, haz que nosotros vivamos siempre esta consagración esmerándonos en cultivar la paz, la confianza, la alegría y la comprensión entre nosotros los miembros de esta familia y con las demás personas, comenzando por las más cercanas.

Te rogamos que nos protejas y protejas también a las personas que amamos, de todos los males que puedan provenir de nosotros mismos, del mundo materialista que nos rodea y del espíritu maligno.

Haz que seamos más receptivos a la acción del Espíritu Santo y a la inspiración de la Santa Familia de Nazareth. Amén.