Con el Torneo de Maestros que se ha celebrado en Londres, ha terminado la temporada de tenis con nuestro Rafa Nadal como número uno e intratable campeón de todo. Este años, Rafa ha ganado tres de los cuatro Grand Slams, a saber, Roland Garros, Wimbledon y el Open USA. Amén de ello, ha ganado cuatro torneos más. Y ha quedado finalista del Master de Londres, en el que ha caído ante esa muñeca de platino que es Federer, quien, sin embargo, apenas consigue ser el número 2 del mundo detrás de nuestro campeonazo.
 
            Con lo añadido este año al morral, Rafa atesora ya nueve Grand Slams, a saber, cinco Roland Garros, dos Wimbledon, un Open USA y un Open de Australia, lo que le convierte en el cuarto jugador de la historia con mayor número de Grand Slams, detrás tan sólo de Federer, que tiene 16, Pete Sampras, que tiene 14, y Bjorn Borg, que tiene 11. Para que se hagan Vds. una idea, a la edad que actualmente tiene Rafa, Federer sólo había conquistado seis Grand Slams, tres menos que nuestro campeonazo, y necesitó de todo un año más para igualar los nueve que ya atesora Rafa.

            A ello añádanse 3 Copas Davis, un título olímpico y 18 Master 1000, hasta un total de 43 torneos ganados en su vida. Ha acumulado ya 68 semanas como número uno del mundo. Innecesario hablar de las finales disputadas, dos de Grand Slam y seis de Master 1000, que en otros tenistas, representarían suficiente bagaje para figurar entre los mejores.
 
            Entre los record históricos, Rafa atesora también unos cuantos. Con sus escasos veinticuatro años, es el tenista más joven en conseguir los cuatro Grand Slams, habiendo logrado en 2010 tres de los cuatro en una única temporada, algo que no se hacía desde que en 1969 lo hiciera Rod Laver. Con tan joven edad, Rafa es ya el tenista que más Master 1000 ha ganado en la historia, y tiene el record de partidos invicto en una superficie, con una marca de 81 sobre tierra batida.
 
            Un balance que le coloca ya entre los grandes del tenis de todos los tiempos, y ello aunque tuviera que retirarse mañana. Cosa que no va a ocurrir, sino que, más bien al contrario, su jovencérrima edad permite soñar con verle encaramado al más alto escalón del tenis histórico.
 
            Este es nuestro campeón. Pero Rafa Nadal no es sólo un gran campeón que llena de orgullo a todos sus compatriotas con su espíritu de lucha y su talante triunfador. Rafa Nadal es un chico que se deja la piel en las canchas de tenis, y cada día, en interminables entrenamientos trabajando sin denuedo para conseguir lo que quiere ser, el gran campeón de la historia. El tenis de Rafa no es el tenis de Federer, dotado de una muñeca que hicieron los ángeles con perlas de la India y porcelana fina. El tenis de Rafa es el tenis de quien tiene que trabajar cada día para que no falle un solo músculo, y en el que el talento, muchísimo, no se lo ha regalado nadie, sino que se lo ha ganado él con su trabajo paciente e infatigable.
 
            Rafa es además, un hombre bueno, humilde, que nunca desprecia a ningún rival, querido por todos, cuya gran crisis –y ello retrata al personaje- tuvo que ver con una difícil situación personal y familiar. Un chico maravilloso, un gran español, orgulloso de serlo, en una época y un lugar en los que el amor a la patria no se lleva. Al que no se puede, en suma, sino desear sino lo mejor, aquello por lo que con tanto ahínco trabaja.
 
            Todo mi cariño, toda mi admiración, por uno de los grandes españoles (no digo "tenistas españoles", digo "españoles" en general) de la historia. Y mis mejores deseos: lo conseguirás Rafa, sin duda lo conseguirás, vas a ser el mejor de la historia del tenis, y nadie podrá negar que será fruto del mérito y fruto del trabajo. ¿Tú sabes cuan necesario es el ejemplo que estás dando?
 
 
 
 
 
De las lágrimas de un campeón llamado Nadal (y las de otro llamado Federer)
De ese gran muchacho llamado Rafa Nadal
De un gran campeón llamado Armstrong