Ya estamos otra vez. Con desmentidos, aclaraciones y notas al pie. Sobre el preservativo, el sida y la prostitución. Con lo fácil que habría sido hacerlo bien desde el principio.

El Papa no ha dicho nada nuevo y los medios manipulan por falta de formación de sus periodistas y por voluntad expresa de dañar a la Iglesia. Eso no es nuevo. El problema gravísimo es la INCREÍBLE CAGADA del padre Lombardi y compañía, al permitir que un libro salga publicado con una cuestión tan confusa como este tema.

Una sola frase, ¡una sola!, habría bastado para decir que la Iglesia propone una sexualidad abierta a la vida, amada por Dios, no oscurantista, que une a la pareja, que se desarrolla dentro de la familia de forma natural, luego sin preservativo, y por tanto, como primer paso para humanizar la sexualidad desordenada, como en la prostitución, se puede utilizar preservativo para combatir el Sida, dentro de una estrategia más amplia, porque por sí solo el eso del preservativo lejos de frenar el sida está demostrado que lo extiende.

No es una conversación, o una rueda de prensa en el avión. Es un libro. Que tendría que haber sido revisado meticulosamente para poner luz en lo confuso y evitar el escándalo innecesario. El Papa lo dijo en una conversación, y al ser hablada, se puede omitir estas cuestiones. Pero quienes velan por que las palabras del Papa salgan a la luz con claridad y evitando que sean malinterpretadas, han cometido un error como un castillo.

Ahora, sin embargo, estamos como estamos.
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Yo sigo diciendo lo que dije sobre la sexualidad en la Iglesia.

José Antonio Méndez