El jesuita Leonardo Castellani, genio y figura argentino, nos dejó esta perla que, seguro, muchos conocerán, pero que no me resisto a reproducir. Sólo he cambiado una palabra: donde él dice “la Nada Todoproductora” yo escribo “La Nada Todocreadora”, pues creo que así se retrata mejor la mentalidad de todos los que niegan a Dios, y en particular la de los que creen que el Universo se ha hecho sólo (ver mi artículo “¿Puede alguien resolver la Cadena?” publicado en septiembre).

Lo dicho, ahí va el:


Credo del Incrédulo

 

Creo en la Nada Todocreadora, que creó el Cielo y la Tierra.

Y en el Homo Sápiens su único Hijo Rey y Señor,

Que fue concebido por Evolución de la Mónera y el Mono.

Nació de Santa Materia.

Bregó bajo el negror de la Edad Media.

Fue inquisionado, muerto achicharrado.

Cayó en la Miseria.

Inventó la Ciencia.

Ha llegado a la era de la Democracia y la Inteligencia,

Y desde allí va a instalar en el mundo el Paraíso Terrestre.

Creo en el libre pensante,

La Civilización de la Máquina,

La Inexistencia del pecado,

El Progreso inevitable,

La rehabilitación de la Carne.

Y la Vida Confortable.

Amén


Ya lo dijo Chesterton: “Lo malo de que los hombres hayan dejado de creer en Dios no es que ya no crean en nada, sino que están dispuestos a creer en cualquier  cosa”.

 

Aramis