Proposiciones presentadas al Papa aprobadas por el Sínodo
Propositio 1
Documentos que se presentan al Sumo Pontífice
Los Padres sinodales presentan a la consideración del Sumo Pontífice los documentos sobre “La Iglesia católica en Oriente Medio: comunión y testimonio. La multitud de los creyentes tenía un solo corazón y una sola alma (Hch 4, 32)” relativos a este sínodo. Esta documentación comprende: los Lineamenta, el Instrumentum laboris, las Relaciones ante y post disceptationem, los textos de las intervenciones, tanto los pronunciados en el aula como los in scriptis, y sobre todo propuestas concretas, que los Padres han considerado de fundamental importancia.
Los propios Padres piden humildemente al Santo Padre que valore la oportunidad de ofrecer un documento sobre comunión y testimonio en la Iglesia en Oriente Medio.
Propositio 2
La Palabra de Dios
La Palabra de Dios es el alma y el fundamento de toda la pastoral; se augura que cada familia tenga una Biblia.
Los Padres sinodales animan a la lectura y la meditación cotidiana de la Palabra de Dios, especialmente la lectio divina, la creación de un sitio Internet bíblico con explicaciones y comentarios católicos al alcance de los fieles, la preparación de una guía de introducción a la Biblia (Antiguo y Nuevo Testamento) con un método fácil de leer la Biblia.
Animan también a las eparquías/diócesis (desde ahora se usará el término “diócesis” equivalente a “eparquía” propio de la terminología oriental) y a las parroquias a promover encuentros bíblicos en los que se medite y explique la Palabra de Dios para responder a las preguntas de los fieles, con el objetivo de crear en ellos una familiaridad con las Escrituras, una profundización d la espiritualidad y un compromiso en el apostolado y en la misión.
Propositio 3
Pastoral bíblica
Los Padres sinodales recomiendan trabajar para poner la Sagrada Escritura, en sus dos Testamentos, en el centro de nuestra vida cristiana. Esto sucederá a través del ánimo a leerla, meditarla, interpretarla de modo cristocéntrico y celebrarla en la liturgia, según el ejemplo de la primera comunidad cristiana.
Se propone proclamar, tras una preparación adecuada, un año bíblico, seguido de una semana anual de la Biblia.
I - LA PRESENCIA CRISTIANA EN MEDIO ORIENTE
Propositio 4
Identidad de las Iglesias católicas en Oriente
En un mundo marcado por divisiones y por posturas extremas, nosotros estamos llamados a vivir como Iglesia de comunión, permaneciendo abiertos a todos, sin caer en el confesionalismo. Seremos capaces de ello si permanecemos fieles a nuestro rico patrimonio histórico, litúrgico, patrístico y espiritual, como también a las enseñanzas del Concilio Vaticano II y a las normas y estructuras del Código de los Cánones de las Iglesias Orientales (CCEO) y al Código de Derecho Canónico (CIC) y a los derechos particulares de las Iglesias.
Propositio 5
Compartir la cruz
Aún denunciando como cualquier hombre la persecución y la violencia, el cristiano recuerda que ser cristiano comporta compartir la Cruz de Cristo. El discípulo no es más grande que el Maestro (cf. Mt 10, 24). El cristiano recuerda la bienaventuranza de los perseguidos a causa de la justicia que tendrán en herencia el Reino (cf. Mt 5,10).
La persecución con todo debe despertar la conciencia de los cristianos en el mundo a una más grande solidaridad. Debe suscitar al mismo tiempo el compromiso de reclamar y sostener el derecho internacional y el respeto de todas las personas y de todos los pueblos.
Será necesario atraer la atención del mundo entero sobre la situación dramática de ciertas comunidades cristianas en Oriente Medio, las cuales sufren todo tipo de dificultades, llegando a veces hasta el martirio.
Es necesario también pedir a las instancias nacionales e internacionales un esfuerzo especial para poner fin a esta situación de tensión restableciendo la justicia y la paz.
Propositio 6
La tierra
Dado que el apego a la tierra natal es un elemento esencial de la identidad de las personas y de los pueblos y que la tierra es un espacio de libertad, exhortamos a nuestros fieles y a nuestras comunidades eclesiales a no ceder a la tentación de vender sus propiedades inmobiliarias. Para ayudar a los cristianos a conservar sus tierras o a adquirir otras nuevas, en situaciones económicas difíciles, proponemos por ejemplo la creación de proyectos que se hagan cargo de hacerlas fructificar para permitir a los propietarios quedarse dignamente en sus países. Este esfuerzo debe acompañarse de una profunda reflexión sobre el sentido de la presencia y de la vocación cristiana en Oriente Medio.
Propositio 7
Gestión de los bienes
Con el fin de asegurar la transparencia, es necesario aplicar un sistema de auditoría contable en los asuntos financieros de la Iglesia, distinguiendo con claridad lo que le pertenece y lo que es propiedad del personal eclesiástico. Al mismo tiempo es necesario preservar las propiedades y los bienes de la Iglesia y de sus instituciones.
Propositio 8
Alentar la peregrinación
Oriente fue la tierra de la Revelación bíblica. Bien pronto esta región se convirtió en meta de peregrinación tras las huellas de Abraham en Iraq, tras las huellas de Moisés en Egipto y en el Sinaí, tras las huellas de Jesús en Tierra Santa (Egipto, Israel, Palestina, Jordania, Líbano), tras las huellas de san Pablo y de las Iglesias de los Hechos de los Apóstoles y del Apocalipsis (Siria, Chipre, Turquía).
La peregrinación a los Santos Lugares ha sido alentada por los Sumos Pontífices. Es la ocasión de una catequesis profundizada, a través de una vuelta a las fuentes. Permite descubrir la riqueza de las Iglesias de Oriente, encontrarse y animar a las comunidades cristianas locales, piedras vivas de la Iglesia.
Propositio 9
Paz
Nuestras Iglesias deben comprometerse a rezar y trabajar por la justicia y la paz en Oriente Medio, y a dedicarse a la purificación de la memoria y a la promoción del lenguaje de la paz y de la esperanza, en lugar del miedo y la violencia. Se apelará a las autoridades civiles responsables para que apliquen las resoluciones de las Naciones Unidas relativas a la religión, en particular a la vuelta de los refugiados, el estatuto de Jerusalén y a los lugares santos.
Propositio 10
Consolidar la presencia de los cristianos
Nuestras Iglesias deben crear una oficina o una comisión que se ocupe del estudio del fenómeno migratorio y de sus motivaciones para encontrar los medios de afrontarlo. Estas harán todo lo posible y con todos los medios para consolidar la presencia de los cristianos en sus patrias y esto a través de proyectos de desarrollo para limitar el fenómeno migratorio.
Propositio 11
La pastoral de la emigración
La presencia de numerosos cristianos de Oriente en todos los continentes interpela a las Iglesias a adoptar una pastoral específica de la emigración:
1. Los obispos de la emigración visitarán los seminarios en Oriente Medio para presentar la situación y las necesidades de sus eparquías;
2. Formación de los seminaristas en un espíritu misionero, abriéndoles a las diferentes culturas.
3. Preparación y acompañamiento de los sacerdotes enviados en misión fuera del territorio patriarcal.
4. Promoción de una pastoral vocacional en las comunidades fuera del territorio patriarcal.
5. Envío de sacerdotes y erección de eparquías propias, allí donde las necesidades pastorales lo requieran, según las normas canónicas.
Propositio 12
Emigración y solidaridad
1. Hacer surgir y reforzar en los emigrantes el sentido de solidaridad y del compartir con los países de origen, contribuyendo a los proyectos pastorales y al desarrollo cultural, educativo, social y económico.
2. Educar a los cristianos de la emigración a conservar la fidelidad a la tradición de sus orígenes.
3. Reforzar los vínculos de comunión entre los emigrantes y la Iglesia de procedencia.
Propositio 13
Emigración – formación
Se recomienda que las Iglesias de acogida, en sus normas y prácticas sacramentales y administrativas, conozcan y respeten la teología, las tradiciones y los patrimonios orientales. Esto favorecerá la colaboración con las Iglesias orientales presentes en los países de emigración en la formación y en la pastoral de sus fieles.
Propositio 14
Inmigración
La situación de los trabajadores inmigrantes en Oriente Medio, cristianos y no cristianos, sobre todo las mujeres, nos conciernen al más alto grado. Muchos de ellos se encuentran en situaciones difíciles o lesivas de su dignidad.
Solicitamos a los sínodos patriarcales y a las conferencias episcopales, las instituciones caritativas católicas, en particular a Caritas, a los jefes políticos como también a los hombres de buena voluntad, que hagan todo lo que entre en sus competencias para que los derechos fundamentales de los inmigrantes, reconocidos por el derecho internacional, sean respetados, prescindiendo de la nacionalidad y de la religión de los inmigrantes, y para ayudarles en el plano jurídico y humanitario. Nuestras Iglesias deben velar para asegurarles la asistencia espiritual necesaria, como signo de hospitalidad cristiana y de comunión eclesial.
Propositio 15
Iglesias de acogida
Para una mejor acogida y acompañamiento de los inmigrantes en Oriente Medio, las Iglesias de procedencia están llamadas a establecer contactos regulares con las Iglesias de acogida, las cuales las ayudarán a dotarse de las estructuras necesarias: parroquias, escuelas, centros de encuentro, etc.
II. LA COMUNIÓN ECLESIAL
A. Comunión en el seno de la Iglesia católica (ad intra)
Propositio 16
Comunión en el seno de la Iglesia católica
“La santa Iglesia católica, que es el Cuerpo místico de Cristo, consta de fieles que se unen orgánicamente en el Espíritu Santo por la misma fe, por los mismos sacramentos y por el mismo gobierno. Estos fieles, reuniéndose en varias agrupaciones unidas a la jerarquía, constituyen las Iglesias particulares o ritos. Entre estas Iglesias y ritos se da una admirable comunión, de tal modo que su variedad en la Iglesia no sólo no daña a su unidad, sino que más bien la explicita” (Orientalium Ecclesiarum, 2). Para consolidar esta comunión recomendamos:
1. Crear una comisión de cooperación entre las jerarquías católicas de Oriente Medio, encargada de promover estrategias pastorales comunes, un conocimiento recíproco de las tradiciones, de los institutos interrituales, de los organismos de caridad comunes.
2. Organizar encuentros periódicos y regulares entre las jerarquías católicas de Oriente Medio.
3. Practicar una solidaridad material entre las diócesis ricas y las menos ricas.
4. Crear para los sacerdotes una asociación sacerdotal Fidei Donum para favorecer la ayuda recíproca entre eparquías e Iglesias.
Propositio 17
Nuevos movimientos eclesiales
Muchos Padres reconocen que los nuevos movimientos eclesiales de tradición occidental, cada vez más presentes en las Iglesias de Oriente Medio, son un don del Espíritu para la Igesia entera. Para que estos movimientos sean recibidos como un carisma para la edificación de la Iglesia, los miembros de estos movimientos deben vivir su propio carisma teniendo en cuenta la cultura, la historia, la liturgia y la espiritualidad de la Iglesia local.
Para alcanzar este objetivo, se pide vivamente a estos movimientos que trabajen en unión con el Obispo local y según sus directivas pastorales. Sería deseable que la jerarquía católica en cada país de Oriente Medio tuviera una postura pastoral común respecto a los movimientos en cuestión, a su inserción y a su actividad pastoral.
Propositio 18
La jurisdicción de los Patriarcas
Fuera del territorio patriarcal, para mantener la comunión de los fieles orientales con sus Iglesias patriarcales y asegurarles un servicio pastoral idóneo, es deseable que la cuestión de la extensión de la jurisdicción de los patriarcas orientales a las personas de sus Iglesias en cualquier parte del mundo sea objeto de estudio de cara a adoptar medidas apropiadas.
Propositio 19
Situación de los fieles católicos en los Países del Golfo
En un espíritu de comunión y para el bien de los fieles, sería deseable la formación de una comisión que reagrupe a los representantes de los dicasterios competentes, vicarios apostólicos de la región y representantes de las Iglesias sui iuris interesadas. Esta estaría encargada de estudiar la situación de los fieles católicos en los países del Golfo, la jurisdicción eclesiástica y de proponer a la Santa Sede las soluciones que juzgue útiles para favorecer la acción pastoral.
Propositio 20
Pastoral de las vocaciones
La pastoral vocacional supone que:
- Se rece por las vocaciones en la familia, en la parroquia, etc.,
- Se creen comités para las vocaciones en cada diócesis, que incluyan a sacerdotes, religiosos, religiosas y laicos. Estos comités organizan reuniones con los jóvenes con el fin de exponerles las distintas vocaciones en la Iglesia para iluminar su discernimiento;
- Se conciba un proyecto de formación espiritual profunda entre los jóvenes vinculados en los movimientos eclesiales;
- Se sensibilice a las parroquias y a las escuelas en las dimensiones de las diversas vocaciones sacerdotales, religiosas y laicas;
- Se mantengan o instituyan, donde sea posible, seminarios menores;
- Se invite a los sacerdotes, los religiosos y religiosas, a dar un testimonio coherente entre la vida y las palabras;
- Se intensifique la comunión eclesial y sacerdotal, que exige una apertura a las diversas necesidades pastorales de las diócesis para responder a la falta de sacerdotes;
- Se atraiga a los jóvenes a la vida consagrada mediante el ejemplo de vida espiritual, profunda, luminosa y feliz.
Propositio 21
La lengua árabe
La experiencia del Sínodo para Oriente Medio ha puesto de relieve la importancia de la lengua árabe; sobre todo que ella ha contribuido al desarrollo del pensamiento teológico y espiritual de la Iglesia universal, y más precisamente, del patrimonio de la literatura árabe cristiana.
Se propone intensificar el uso de la lengua árabe en el cuadro de las instituciones de la Santa Sede y de las reuniones oficiales, para que los cristianos de cultura árabe tengan acceso a las informaciones procedentes de la Santa Sede en su lengua materna.
B. Comunión entre obispos, clero y fieles
Propositio 22
Subsistencia del clero
Para asegurar al clero una vida decorosa y una subsistencia honorable, en particular para la tercera y cuarta edad, sería necesario:
1. Poner a punto, en conformidad con las normas canónicas, un sistema de solidaridad que asegure la misma remuneración a todos los sacerdotes, tanto a los que ejercen el ministerio como aquellos que ya no están en activo.
2. Apoyándose en cuanto existe en cada país, instituir un sistema de protección social que debería ser extendido a los religiosos y a las religiosas, como también a las mujeres de los sacerdotes casados y a sus hijos menores de edad.
Propositio 23
Sacerdotes casados
El celibato eclesiástico es estimado y apreciado siempre y en todas partes en la Iglesia católica, en Oriente como en Occidente. Con todo, para asegurar un servicio pastoral en favor de nuestros fieles, allá donde vayan, y para respetar las tradiciones orientales, sería deseable estudiar la posibilidad de tener sacerdotes casados fuera de los territorios patriarcales.
Propositio 24
Los laicos
Por el bautismo, los laicos participan en la triple función sacerdotal de Cristo, convirtiéndose en profetas, reyes y sacerdotes. El Concilio ecuménico Vaticano II reconoció el papel y la misión de los laicos en su decreto sobre el apostolado de los laicos (Apostolicam Actuositatem). El Papa Juan Pablo II convocó un sínodo sobre los laicos y publicó la Exhortación Apostólica Christi fideles laici, en la cual expresa su estima por “la aportación de los fieles laicos, hombres y mujeres, en favor de la evangelización, de la santificación y de la animación cristiana de las realidades temporales” (n. 23).
Los Padres sinodales se comprometen en la misma línea, tanto más cuando en Oriente los laicos siempre han desempeñado un papel en la vida de la Iglesia. Ellos quieren darles mayor espacio en la participación en las responsabilidades de la Iglesia y animarles a ser apóstoles en su propio ambiente y a dar testimonio de Cristo en el mundo en el que viven.
Propositio 25
Formación de los seminaristas
Con el fin de profundizar la unidad en la diversidad, los seminaristas deberán ser formados cada uno en un seminario de su propia Iglesia, aún recibiendo la formación teológica en una facultad católica común. En ciertos lugares y por razones pastorales y administrativas es también preferible tener un solo seminario para las distintas Iglesias.
Propositio 26
La vida consagrada
La vida consagrada, apostólica, monástica y contemplativa, está en el corazón de la Iglesia. Los Padres sinodales manifiestan una profunda gratitud hacia las personas consagradas por su testimonio evangélico. Hacen memoria en particular de los mártires de ayer y de hoy. Recuerdan que la vida consagrada, adecuadamente renovada, sea acogida, animada e integrada cada vez más en la vida y en la misión de la Iglesia en Oriente Medio.
Nuestras Iglesias reconocen la importancia del lugar de las consagradas en la sociedad, en razón de su testimonio de fe, de su servicio desinteresado y de su aportación preciosa al “diálogo de vida”.
Propositio 27
Las mujeres y los niños
Nuestras Iglesias adoptarán los medios idóneos para animar y reforzar el respeto, la dignidad, el papel y los derechos de la mujer. La dedicación competente y generosa de las mujeres al servicio de la vida, de la familia, de la educación y del cuidado de la salud debe ser muy apreciada. Nuestras Iglesias favorecerán su integración y su participación en la pastoral.
Los hijos son la corona del matrimonio y un don especial para el mundo. La Iglesia católica y los padres católicos han mostrado siempre un interés particular por la salud y la educación de todos sus hijos. Se deberá hacer todo esfuerzo para salvaguardar y promover el respeto de sus derechos humanos naturales, a partir del momento de la concepción, para asegurarles los cuidados sanitarios y una educación cristiana.
C. Comunión con las Iglesias y las comunidades eclesiales (ad extra)
Propositio 28
Ecumenismo
La unidad entre todos los discípulos de Cristo en Oriente Medio es ante todo obra del Espíritu Santo. Ésta debe buscarse en un espíritu de oración, conversión del corazón, respeto, perseverancia y amor, lejos de toda desconfianza, temor o prejuicio que son obstáculo a la unidad. Auguramos ver nuestras Iglesias renovar su compromiso ecuménico a través de iniciativas prácticas:
- Sostener el Consejo de las Iglesias de Oriente Medio;
- Asegurar una formación en el Espíritu ecuménico en las parroquias, en las escuelas y en los seminarios, para que valoren las adquisiciones del movimiento ecuménico;
- Aplicar los acuerdos pastorales concluidos, allí donde existan;
- Organizar encuentros entre fieles y pastores para la oración, la meditación de la Palabra de Dios y la colaboración en todos los ámbitos;
- Adoptar una traducción árabe común del Padre Nuestro y del Símbolo niceno-costantinopolitano.
- Trabajar por la unificación de la fecha de Navidad y de Pascua.
Las Iglesias or