Me voy a meter en un charco. Lo sé. Pero aventuraré un pequeño análisis sobre las primeras informaciones que han sido publicadas acerca de cómo el padre Santiago Oriol ha decidido desvincularse de la Legión de Cristo para incardinarse como sacerdote diocesano en el territorio pastoral de Getafe.
Se han de tener en cuenta algunos datos de relevancia.
1.- La familia Oriol no es una familia cualquiera para la Legión en España. Por una parte, cuatro hermanos son sacerdotes. Todos, hasta ahora, Legionarios de Cristo. Y una hermana es consagrada del Regnum Christi, la rama seglar del movimiento. Por otra parte, su conocida fortuna familiar ha sido, en buena medida, el generoso músculo financiero que ha permitido emprender muchas de las obras (estupendas, por cierto) de la Legión en España.
2.- Si no me fallan las fuentes, los hermanos Oriol, tras los escándalos de Marcial Maciel, han sido de los más críticos con la dirección de la Legión y han apostado por su relevo con fuerza. Sin éxito, a tenor de la última misiva del arzobispo y próximo cardenal De Paolis, delegado pontificio.
3.- El propio Santiago Oriol no era un sacerdote más en la Legión. Era, hasta ahora, el director de una de sus más importantes instituciones educativas en Madrid, el colegio Everest.
Ante estos hechos, caben algunas preguntas.
1.- ¿La decisión del padre Santiago Oriol, dada su influencia, llevará a otros hermanos legionarios a seguir sus pasos?
2.- ¿Desembocará en un número creciente de desvinculaciones de la Legión?
3.- ¿Cómo se verá afectado el papel de los Oriol en la Legión en España?
Más allá de estos interrogantes, para los que no tengo respuesta, sí tengo una cierta opinión, aún en consolidación, pero avanzada en algunos puntos.
1.- La desvinculación del padre Santiago Oriol es una muestra más de la libertad que se respira en la Iglesia y todo un síntoma de los padecimientos internos de la Legión.
2.- El proceso de refundación, reestructuración o reconstrucción de la Legión tras el terremoto sufrido por los atroces pecados de su fundador va para largo.
3.- La labor de De Paolis como delegado pontificio es sumamente compleja y más allá de valorar los pasos que dé, lo básico es que debemos rezar para que Dios le ilumine.
4.- La permanencia de los mismo dirigentes de la Legión que estuvieron durante tantos años cerca de Maciel (desconociendo o encubriendo, no lo sé a ciencia cierta) sus terribles desmanes, no se sostiene de ninguna manera.
5.- La última palabra sobre todo este truculento asunto la tiene el Santo Padre. Y me quedaré con lo que diga, cuando lo diga.