Es decir que Sánchez Dragó cuenta con la confianza y simpatía del PP y de su máxima dirigente madrileña, Aguirre.
Pues bien "En su último libro Fernando Sánchez-Dragó le cuenta a Albert Boadella que se folló en Tokio a dos crías de 13 años, una detrás de otra, y que lo volvieron loco" (*).
"En Tokio, un día, me tope con unas lolitas. Pero no eran unas lolitas cualesquiera, sino de esas que se visten como zorritas, con los labios pintados, carmín, rimel, tacones, minifalda... tendrían unos trece años.
Subí con ellas y las muy putas se pusieron a turnarse. Mientras una se iba al vater, la otra se me trajinaba"
Subí con ellas y las muy putas se pusieron a turnarse. Mientras una se iba al vater, la otra se me trajinaba"
y también dice
"El crimen ya ha prescrito, así que puedo contarlo, aparte de que las delincuentes eran ellas y yo no"
Pág. 164 del libro
Este es el uso que le da a la televisión pública de Madrid el PP
Y su eslogan cierto: es espejo de lo que es el PP.
¿Son un voto útil los que emplean fondos públicos para potenciar estos personajes y sus "valores", y para más inri, con fondos de los impuestos?
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Aguirre, la soberbia de "mantenerla y no enmendarla", sigue defendiendo la actuación de su "intelectual" al que paga con dinero público