Se trata de los números dos y tres de la arquidiócesis de Buenos Aires. Ambos involucrados en cuestiones graves, que harían las delicias de los medios anticlericales, curiosamente silenciosos. Hay que pensar que el poder del dinero y un cierto terreno común de complicidades cierra la boca de grandes diarios.

Error 404

El primer medio de relativa trascendencia -fuera de los blogs católicos- que retomó el tema Sucunza fue JorgeAsísDigital. Como se sabe, Jorge Asís es un escritor argentino incurso en la política (fue embajador  de Menem y candidato a vicepresidente en una de las fórmulas colectoras peronistas, cuando asumió Cristina Kirchner, Octubre de 2007).

Asís publicó la noticia el 12 de octubre y la retiró el 14. Ni siquiera 48 hs. estuvo en el aire.  Ha dejado un rastro, sin embargo: la pantalla dice “Error 404” cuando uno intenta llegar al vínculo, ya sea por la dirección primigenia o por las que han quedado en caché de los buscadores. El artículo se mantiene en varios sitios que repiten Jorge Asís Digital. (De hecho puede verse en la descarga que adjuntamos al fin de esta nota en Panorama Católico)



¿Qué lo habrá movido a retirar sin más explicaciones la noticia? Quizá algún tipo de presión o sugerencia. Yo mismo he sufrido sugerencias que en realidad son presiones, solo que en mi caso no tengo ambiciones políticas... ni me importa estar malquistado con la jerarquía eclesiástica.

A pesar de todo, parece que Asís sigue interesado en estos temas a través de su Twitter. Pongo un ejemplo.

http://twitter.com/CayetanoAsis

1..  caromantegari La monjita Perla, de 24 años, pertenece a la Congregación de las Hijas del Divino Salvador. Monseñor García tendría que dar explicaciones.

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Retweeted by CayetanoAsis and 3 others1..  caromantegari Misteriosa desaparición de una monja. La Hermana Perla Ramona Maylin falta, desde febrero, del viejo convento de Independencia y Salta(cont)

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Después, el silencio, hasta donde sabemos.

La Hermana Perla y Mons. García

La desaparición de la Hna. Perla no es el único caso: ha habido otros, de alguno de los cuales fue informado el Card. Franc Rodé, Prefecto de los Religiosos y personaje clave en esta historia. Estas desapariciones fueron temporales y las apariciones posteriores, producto de alguna presión legal, dieron cuenta de la horrorosa efectividad de los métodos de Mons. García.

Mons. Eduardo García, Pro-Vicario General de la Arquidiócesis de Buenos Aires y Comisario Apostólico de la Orden (intervenida por Roma), además de otras desprolijidades tales como la incautación de fuertes sumas de dinero, y reformas en un edificio que es patrimonio histórico de la Argentina, decidió imprimir a la orden de la Madre Antonia Paz y Figueroa una “nueva espiritualidad”. 

Para ser breves y concisos: habría obligado a las hermanas, muchachas jóvenes en general, postulantes, novicias y profesas, a asistir a funciones privadas de cine en el auditorio del Colegio San Roberto, ubicado a una cuadra de la Vicaría de Flores, en Buenos Aires. Allí, con la presencia del Comisario Pontificio y de varios seminaristas, se les habrían exhibido filmes que, aún cuando no fueran estrictamente pornográficos, mostraban escenas de alto voltaje erótico, con las consecuencias espirituales que todos podemos imaginar en las almas limpias de estas religiosas.

No hubo protesta que valiera. La madre superiora general había sido destituida y ahora estaban bajo la férula de Mons. García, con autoridad directa de Roma.

Hubo otros casos en este nefasto anecdotario del que solo contaremos uno por el momento: los “ejercicios espirituales” de ocho días en la casa de retiros Belén de la Comunidad. En la lista de artículos que debían llevar las hermanas, se les pedía que incluyeran un “traje de baño”, “vestidas” con el cual alternarían con sus predicadores en la pileta de la casa.

A consecuencia de esta metodología para “acercar a las religiosas a las realidades del mundo”, 13 de ellas salieron de la orden en poco tiempo. Sus destinos no han sido en todos los casos los que ellas y sus familias aspiraban cuando decidieron entrar en religión.

Las causas

Podría decirse que las causas de esta persecución son dos: las grandes riquezas de la orden, fundada en el siglo XVIII por la santiagueña venerable Madre María Antonia de la Paz y Figueroa, que acumula gran cantidad de propiedades inmuebles y rentas, como para excitar la codicia de cualquiera.



Firma del proceso de beatificación de la Madre Antula. A la izquierda la Madre Hilda, Superiora General depuesta por Mons. García, quien se apropió de los fondos para patrocinar la causa.

La segunda, el resurgimiento de la orden, que estaba en vías de extinción, mediante la aparición de muchas vocaciones jóvenes, generalmente de condición humilde y principalmente del Paraguay. En la medida que la orden se repoblara, las posibilidades de expropiar sus bienes en beneficio de la Curia Arquidiocesana (los que están dentro de su territorio, pues hay otros en otras diócesis) iban disminuyendo.

Dos lugares de excepcional valor inmobiliario son la Santa Casa de Ejercicios, en pleno centro de Buenos Aires, a pasos del Obelisco. Ocupa toda una manzana con más un enorme terreno cedido hace décadas para la explotación de una estación de servicio. Terreno inmediatamente aledaño a la casa histórica. Se habla de un proyecto de “Hotel Colonial”, y ya está marcado el destino del instituto de arte Fray Angélico, que funciona en parte del edificio, que será desalojado en pocos días más, aunque sus alumnos y parte de su personal no lo saben aún.

El otro es el Santuario de San Cayetano en Liniers, cedido en comodato a la Arquidiócesis con el compromiso de crear una parroquia en las cercanías (esto a fines de 1920). Tal parroquia nunca fue construida pero el edificio de la orden religiosa se transformó en el centro de peregrinación más importante de la Arquidiócesis, con una recaudación por conceptos directos o indirectos de millones de pesos al mes.

La Arquidiócesis quiso comprar el Santuario a la Orden y esta se negó. Inmediatamente cayó la intervención pontificia. Hablamos del año 2008.

Las irregularidades de la intervención apostólica son manifiestas: por ejemplo, apropiamiento indebido de bienes, dinero, imágenes antiguas de valor incalculable (ésta, por el momento frustrada).

Hay una causa penal iniciada por el interventor pontificio contra la Madre Superiora de ese momento por haber “robado” imágenes que son de su propiedad (su de la Orden). La causa no fue seguida por lo absurdo de la acusación, pero la denuncia está.

En definitiva, cuando buscamos a la Hna. Perla estamos buscando a una de las víctimas de la Intervención. A una de las que podría haber ido al “cine” y a los “retiros”, obligadas por su “superior”. Una joven perturbada espiritualmente, testigo de hechos oscuros y cuya seguridad hoy no podríamos garantizar.

Si dicha religiosa o ex religiosa se alejó de su familia por razones personales, debería dar un testimonio claro y neto de ello. Si no es así, prosigue la sospecha de que esté bajo alguna presión, por lo que sabe o por las cosas de las que fue víctima.

Esta historia es muy compleja y sin duda continuará.