Tuve que visitar las oficinas de un empresario y, casualmente, escuché a uno de sus empleados que, en sustancia, decía de él: “El muy hipócrita... Va todos los días a Misa y tiene una amante. Y no te digo cómo nos trata… con la punta del pie”.
No viene a cuento lo que pienso del empresario acerca de que estuviera divorciado y viviera con otra mujer (que por cierto, hoy no sería su amante sino su “pareja”). Tampoco pretendo hablar del posible trato a sus empleados, que ni conozco ni a nadie de los que lean esto puede interesar. Sí voy a hablar, en cambio, de la ignorancia sobre Cristianismo del que criticaba. Más en concreto, de no saber lo más elemental en matemáticas, muy necesario para cristianos, y que son estas dos reglas:
1ª Regla: Dos es más que uno.
2ª Regla: Lo Primero es antes que lo Sexto.
Supongo que todos los lectores estáran de acuerdo con ellas. Ahora su aplicación al caso:
- 1ª Regla: Dos bofetadas son más que una (¡qué se lo pregunten al que las recibe!) y, también, dos faltas son más que una. Por tanto, mucho mejor cristiano es el que tiene un amante pero al menos reconoce a Dios yendo a Misa, que el hipócrita que tiene un lio y además niega a Dios para justificarse.
- 2ª Regla: Aunque está mal en nuestro empresario faltar al Sexto Mandamiento (si es que lo hacía) creo que el que busque el diálogo diario con Dios no es síntoma de hipocresía, ni mucho menos, sino de que sabe que lo primero es el Primer Mandamiento y no el Sexto.
Lo dicho, para ser cristiano hay que saber matemáticas. Pocas, pero hay que saberlas.
Aramis