Me ha llegado una justificada petición de un amable y cristiano comunicante de mi lista de Internet. Por su fina sensibilidad, el realismo que demuestra tener y su contrastada fe cristiana, apoyo totalmente y de buen gusto su petición.
Con su permiso, quiero difundir su iniciativa espiritual para que entre todos los creyentes y cristianos que la lean, secundemos con gran fe y confianza en el poder de la oración, tal petición y arranquemos entre todos de la Misericordia infinita de Jesús, la conversión del gran actor y director de cine, universalmente conocido y reconocido no sólo en el ámbito del séptimo arte, sino como símbolo de los valores y limitaciones de toda persona que aspira a la superación y realización de los valores trascendentes.
He aquí lo que escribe este comunicante, hermano en la fe, sobre Mel Gibson.
“Quisiera pedirle su oración en favor de Mel Gibson, que está muy necesitado de oración después de que una peliforra le hiciera pecar. Pedí en oración al padre Pío que Mel se separara de esa mala mujer que se echó por amante, y ya hace unos meses que se separaron. Ahora queda conseguir que Mel vuelva con su familia y al recto camino. El demonio no perdona a Mel el mucho bien que éste hizo con su película "La Pasión", y puso en su camino a una fulana que le hizo caer en pecado y romper con su esposa. Mel Gibson hizo mucho por la fe y la conversión con su película "La Pasión", y no está bien que los cristianos nos olvidemos de lo que hizo por nosotros, ahora que es Mel mismo quien necesita nuestro apoyo en forma de oración. La oración es más poderosa que la bomba atómica; usemos pues ese arma del cristiano. No consintamos que ese buen hombre se pierda”.
Nunca olvidemos que la oración es “el poder de los hombres y la debilidad de Dios”. Desde ya, amigo comunicante cuenta con mi oración en la santa misa y espero que también con la de muchos que lean estas líneas.