No sólo dais la impresión sino que pienso que lo sois. Lo sois todos aquellos que os regodeáis comentando defectos que hay en algunos cristianos, silenciando que esos mismos defectos están, y aumentados, en otros sectores de la sociedad quizá muy próximos a vosotros, ya que sólo señaláis a los miembros de la Iglesia que han caído en ellos. ¿Por qué no señaláis también los de vuestros amigos? y son muchos más. Sencillamente, por cobardía.
Supongo que sabéis que de los 250.000 pedófilos condenados en Alemania, sólo 94 eran curas. También es de notar que ninguno de esos medios que denuncian la pederastia en la Iglesia tratan con la misma fobia el turismo sexual pedófilo que es muchísimo mayor.
La revista italiana Panorama ha publicado un reportaje sobre tres supuesto curas de Roma que llevan una doble vida. La respuesta de la Iglesia ha sido contundente y clara: no a la incoherencia de vida. El Vicariato de Roma ha dicho: los curas que sean homosexuales activos deben dejar el sacerdocio.
Sois también cobardes quienes escarnecéis a los católicos haciendo burla de Jesucristo, de la Virgen o de la Iglesia en panfletos, en teatro y espectáculos, en manifestaciones, en exposiciones, ofendiendo con ello a los creyentes; y esto, a veces, con la anuencia y colaboración de las autoridades.
Lo hacéis con la Iglesia porque sabéis que no va a tomar represalias violentas contra vosotros. ¿Os atreveríais a hacerlo con Mahoma o con Alá? No os atrevéis ¿verdad? Porque tenéis miedo a las consecuencias. Sabéis que no quedarían impunes esas ofensas a los creyentes, es decir, porque sois unos cobardes.
Y lo peor es que algunos de vosotros quizá estéis bautizados y seáis cristianos. Pero no os preocupéis. La Iglesia no tomará represalias ni os echará fuera, a no ser que os salgáis vosotros. Algunos os habéis salido ya de manera oficial o prácticamente. A pesar de todo, sabed que en la Iglesia siempre encontraréis una mano tendida, ofreciéndoos el perdón, siempre que os arrepintáis.
En esa misma línea estáis los católicos que habéis aprobado leyes inhumanas, por miedo a represalias por parte de vuestros dirigentes. Habéis vendido vuestra conciencia por conservar un puesto de privilegio y no ser bien valorados en vuestro grupo político. No habéis tenido la suficiente personalidad ni categoría para no seguir el dictamen de vuestros dirigentes políticos y habéis cedido aprobando la ley más criminal que haya habido en la Historia, la que da el derecho a abortar, es decir, a matar.
Por otra parte tengo la sensación de que nuestra democracia se ha convertido en un gobierno absoluto en manos del presidente del Gobierno. Nos ha alertado el cardenal Cañizares: La democracia está degenerando en un totalitarismo sin barbarie pero que también es nocivo y perjudicial para el ser humano. Mediante la sacralización de la mayoría, los Parlamentos se erigen en oráculos de verdad, generando un positivismo jurídico abusivo y disolvente que restringe o limita derechos fundamentales como el derecho a la vida o a la libertad de expresión, de enseñanza y religiosa. Unos lo aceptarán y otros lo rechazarán, pero es así: no triunfa la verdad y la razón, sino la sinrazón y la obediencia ciega al partido y a su presidente: “Quia nominor Leo”.
Y le habéis dado a la madre un derecho absoluto para disponer a su antojo de la vida del hijo que lleva dentro, a pesar de que éste “no es ella, sino él”.
Esgrimís también otra razón: Con esta ley nos equiparamos a las naciones de nuestro entorno. Pero ¿nos equiparamos en lo positivo o en lo negativo? Si fuese en lo positivo, ¡qué más quisiéramos! ¡adelante! Pero si es en lo negativo, ¡hasta les adelantamos! Que nadie nos quite el primer puesto en la insensatez y en la falta de cordura.
También podríais solicitar la inclusión en el Guinness para el Gobierno que haya cometido la salvajada más grande de la Historia en contra de la vida humana. Seguro que os lo concederían.
José Gea