Coincidiendo, y no por casualidad, con la visita de Benedicto XVI al Reino Unido, el diario norteamericano Wall Street Journal, en artículo que firman Dave Kansas y Stacy Meichtry, hace un repaso a la situación digamos social, en la que se encuentran actualmente el catolicismo y los católicos en el Reino Unido.
“Los católicos ocupan ahora importantes puestos públicos. La pasada década inmigrantes de países europeos predominantemente católicos, sobre todo Polonia, han lanzado la asistencia a las iglesias y dado a los católicos un perfil más cosmopolita. Entre los recientes convertidos se incluye el ex Primer Ministro Tony Blair, que esperó a abandonar el puesto para hacerlo”.
“Francis Campbell, el primer católico en ocupar el puesto de embajador británico ante la Santa Sede [hasta hace cinco estaba prohibido por ley], afirma que los católicos británicos ha superado ampliamente el estatus que ocuparan como forasteros en la sociedad británica”.
Y para muestra, menciona el nombre de prominentes personajes de la sociedad británica que son católicos, así el ministro de administraciones públicas Gus O´Donnell, el director general de la BBC Mark Thompson, el historiador Paul Johnson, o el último gobernador de Hong-Kong Lord Patten of Barnes.
Recuerda el Wall Street Journal que durante siglos “los católicos británicos fueron una ecléctica amalgama de aristócratas que rechazaban la Iglesia de Inglaterra, e inmigrantes irlandeses” pero que “la relación entre la Iglesia de Inglaterra y el Vaticano es hoy muy amigable, y la primera visita oficial del Papa al Reino Unido causa profunda alarma sectaria sólo entre un pequeño grupo de radicales protestantes”.
Se refiere a la situación existente en Escocia “con fuerte presencia católica en el oeste y de protestantes, principalmente la Iglesia de Escocia (presbiterianos) en el este”. Aprovecha para recordar la fuerte rivalidad existente en Glasgow entre los dos principales equipos de fútbol, el Glasgow Celtic, predominantemente católico, y el Glasgow Rangers, predominantemente protestante.
Por lo que hace a la visita papal, señala que la oposición es religiosa en el Ulster, pero que en Inglaterra está relacionada con cuestiones de perfil más político, -derechos de los homosexuales, el aborto, la contracepción, los casos de pederastia que han salpicado a la Iglesia o la ordenación de mujeres-, que estrictamente religioso.
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