Con ocasión de la visita del Papa Benedicto a Gran Bretaña, no estará de más echar un repasito a lo que a la prensa británica ha llamado más la atención sobre la misma.
The Guardian, leído mayoritariamente por el electorado laborista, trata la visita con cortesía. Concede su titular al discurso ofrecido por el Papa ante la Reina, y destaca que “el Papa usa su visita para argumentar que el deseo nazi de erradicar a Dios condujo al Holocausto y que el Reino Unido debe respetar sus raíces cristianas”. Resalta las palabras del Papa diciendo que “la Iglesia se halla en un momento de penitencia, humildad y renovada sinceridad” en relación con los eventos relacionados con la pederastia de algunos sacerdotes. Dedica unas líneas también al Cardenal Walter Kasper, experto vaticano en las relaciones con la Iglesia anglicana, separado de la visita “por razones de salud” después de haber declarado que “aterrizar en Heathrow era a veces como aterrizar en un país del Tercer Mundo”.
En un reportaje acompañado de multitud de fotografías que incluyen la multitudinaria reunión en Bellahouston –250.000 personas- cuando en 1982 tuvo lugar la visita de Juan Pablo II, el Daily Mail, que es quizás el que con más simpatía trata la noticia, pone el acento en la llamada del Papa a los católicos “para expresarse en defensa de su fe contra la dictadura del relativismo que amenaza con oscurecer la verdad inalterable sobre la naturaleza del hombre, su destino y su bien”. “La religión es de hecho la garantía de la auténtica libertad y respeto, y nos conduce a mirar a cada persona como hermano o hermana”. Destaca asimismo, que al Papa se le han otorgado en el Reino Unido los honores que corresponden a su condición de líder mundial.
El prestigioso semanario The Economist, señala que la controversia ha ido “desde los escándalos de pederastia que implicaban a curas, hasta el conservadurismo de la Iglesia en temas como el género y la sexualidad”, para después, curiosamente, centrarse en un tema colateral, cual es la relación que ante la fe, mantienen los principales mandatarios británicos. Así, recuerda que Nick Clegg, el vice primer ministro del Partido Liberal en el actual Gobierno, es un ateo confeso, igual que lo es David Miliband, favorito para liderar el Partido Laborista, y señala que el anglicanismo de David Cameron, es “de dudosa calidad”, si bien es fervientemente religioso Ian Duncan Smith, su ministro de trabajo y pensiones. Recuerda también que Margaret Thatcher era una anglicana conversa proveniente del metodismo y, por supuesto, la conversión al catolicismo de Tony Blair.
Por lo que se refiere al más vendido de los periódicos británicos, el tabloide por excelencia, The Sun, es quizás el que con mayor acritud se expresa hacia la visita. El titular se lo lleva un irónico “La tristeza papal por las víctimas de abusos”, con entrecomillado para “tristeza”. Y aunque se fija en pequeños detalles a los que reserva las fotografías, la niña a la que besó desde el papamóvil bajando la ventanilla, el primer plano de sus zapatos rojos, la casi totalidad del reportaje se detiene en el tema de los curas pederastas, hasta parecer más un reportaje sobre dicho tema que sobre la visita. Dedica también una fotografía a un cartel en el que se lee: “Dos millones de escoceses están bien [o "son buenos"] sin Dios” (“good without God”, juego de palabras).
El izquierdista y riguroso The Independent por su parte, se fija en las palabras del Papa animando al Reino Unido a comportarse como una “fuerza del bien”, algunos de cuyos exponentes en el pasado citó expresamente: así los activistas anti-esclavistas William Wilberforce y David Livingstone, o la enfermera británica Florence Nightingale. Y centrándose en los escándalos de pederastia, afirma que la visita “trae consigo un renovado enfado del mundo sobre el escándalo que ha hundido a la Iglesia Católica Romana y la misma carrera religiosa del Papa”, se hace eco de la protesta de algunos manifestantes contra el Papa por la posición vaticana sobre contracepción y homosexualidad, aunque reconoce que sólo “eran veinte”, y de la de renombrados personajes como el radical unionista protestante del Ulster Ian Paisley. No obstante ello, reconoce que los seguidores escoceses del Papa han reaccionado entusiásticamente, y habla de 125.000 en Edimburgo. Destaca las palabras del Primer Ministro británico David Cameron, diciendo que le gustaría darle “una cálida bienvenida al Reino Unido en esta visita increíblemente importante e histórica”.
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Medios citados
The Guardian
Daily Mail
The Economist
The Sun
The Independent