Si cada mes tuviésemos que dar un rankeo de las principales noticias (con su respectivo premio), nadie dudaría que las de finales de agosto e inicios de septiembre de 2010 fueron la del pastor protestante que quiso quemar el Corán públicamente, las afirmaciones del físico Hawking sobre la "inexistencia" de Dios y la próxima visita del Papa al Reino Unido.
Efectivamente, los tres temas poblaron los periódicos y noticieros del mundo y fueron el centro de conversación de peritos y neófitos de la opinión. Desde un análisis mediático, estos tres sucesos hacen pensar en el papel de los medios de comunicación para crear noticias y difundirlas, aún siendo irrelevantes en algunos casos.
En pocas horas el pastor Jones pasó de ser un desconocido a poner en tensión a medio mundo, ocupando además las primeras planas tanto del The New York Times como del The Washington Post. Con apenas unas cuantas líneas de su próximo libro, Hawking ya es best seller pues no cabe duda que la campaña iniciada por The Times hará de la obra de Stephen un texto que pronto se agotará en las librerías. Y en Gran Bretaña, un puñado de disconformes (y algunos titulares amañados) han centrado la atención planetaria en Benedicto XVI y su próximo viaje apostólico a ese país. A estas alturas ya es de sobra sabido que el Papa estará en el Reino Unido, incluso por la gente que ni es creyente.
El poder para crear información, fomentar publicidad o suscitar polémicas y desconfianzas es una realidad en la mayoría de las grandes cabeceras de la prensa digital y de papel, en la radio y en la televisión. En el caso de la Iglesia católica, la polémica puede ser bien aprovechada al grado de poder convertirse en oportunidad para potenciar el mensaje y evidenciar el verdadero rostro del Papa y la belleza de su doctrina. Esto se traduce sencillamente en una máxima que no se debe olvidar: si no puedes con los medios hostiles, aprovéchate de la publicidad que te hagan.