No lo digo yo, lo dice una productora danesa llamada RV Productions(1), según la cual, en España cada día, se realizan 350 denuncias falsas de malos tratos, un delito que, como se sabe, sólo lo es cuando lo cometen hombres, pero no si lo cometen mujeres.

            Ignoro de donde y cómo han obtenido el dato estos daneses, pero ¿saben qué?, no me cuesta creerlo, no, porque no conociendo como no conozco a casi nadie denunciado por haber realizado ningún delito, sí conozco, en cambio, hombres denunciados falsamente, repito, falsamente, por maltratar a mujeres. Y no uno, sino varios. En uno de los casos, se trata de una pareja de nacionalidad extraespañola, y se dirán Vds., de Europa oriental, hispanoamericana, que es en lo que –injustamente- se tiende a pensar cuando de un maltratador hablamos, no, sino de una pareja de uno de esos países de alto PIB "europeos de toda la vida", cuya esposa aprovechó la legislación española para, en connivencia con su propia familia paterna, denunciar a su esposo, obteniendo así suculenta ventaja en el proceso que debía concluir en su separación.
 
            La Ley orgánica de protección integral contra la violencia de género fue una de las primeras elaboradas por el actual Gobierno español, y anunciaba muchos de los tics que iban a presidir su futura actuación: leyes fatuas, vacías, destinadas no a brindar solución a los problemas, sino a producir enfrentamiento y división en la sociedad, violentando, a poder ser, la Constitución tanto como posible. Innecesario dar ejemplos. Y no me refiero sólo a las que el Tribunal Constitucional ha declarado inconstitucionales, pues como comprenderán Vds., no es mucho lo que cabe esperar de un tribunal que, entre otros síntomas de sumisión al Gobierno, tarda cuatro años en pronunciarse sobre una ley vital para el entramado constitucional; suspende cautelarmente una ley regional que manda destruir unas casas por sus posibles efectos irreversibles pero no la del Gobierno que lo que destruye son niños en el útero materno, como si sus vidas sí fueran reversibles; y que, por lo que concierne al caso que nos ocupa aquí, ha sostenido, en varias ocasiones ya, que una ley que “crea” un delito que sólo lo es cuando lo cometen los ciudadanos de un sexo y no los del otro, es compatible con una Constitución que prohibe toda “discriminación por razón de sexo” (artículo 14).
 
            Dentro de la falta de rigor, la inconsciencia y la falta de responsabilidad con la que este Gobierno acostumbra a legislar, ni siquiera previó -¿o sí lo hizo?-, que más allá de la injusticia que subyace bajo ese delito que sólo lo es cuando lo cometen unos ciudadanos pero no cuando lo cometen otros, poner arma tal en manos de un grupo de ellos frente a los otros estaba llamado a producir exactamente, y no otra cosa, que lo que ha producido, a saber, el abuso. Un abuso que, entre otros perniciosos efectos, tiene el de hacer saltar por los aires las familias -objetivo indisimulado de tantas de las iniciativas del Gobierno Zapatero-y que, por lo que denuncia la cadena danesa RV Productions, no es baladí y bien podría alcanzar los trescientos cincuenta casos al día. Espeluznante, sencillamente espeluznante.
 
 
 
            (1) Traduzco para Vds. el texto del programa de RV Productions:
 
            “Detrás del paraíso vacacional español se esconde una tragedia nacional. En casos de familias con problemas, los tribunales españoles aceptan acusaciones falsas si son presentadas por mujeres. Una mujer sólo tiene que llamar a la policía. El hombre va directamente a prisión.
 
            Una víctima. “Pasas cuarenta y ocho horas en un calabozo detenido por maltratador, aunque no hay ninguna prueba...”
 
            El hombre es inmediatamente declarado culpable.
 
            Javier Pérez-Roldán. Abogado. “Que se encuentra de la noche a la mañana con una denuncia de algo que no han cometido”.
 
            Tiene que demostrar que es inocente.
 
            Una víctima. “A mi se me ha acusado injustamente de maltrato cuando yo no he hecho nada”.
 
            María Sanahuja. Magistrado de la Audiencia Provincial de Barcelona. “Se ha puesto un poder excesivo en manos de las mujeres”.
 
            Otra víctima. “Me han quitado la custodia por una simple denuncia falsa”.
 
            La Ley de violencia del género con el ánimo de proteger a la mujer.
 
            María Sanahuja. Magistrado de la Audiencia Provincial de Barcelona. “Que la Ley de violencia de género, que el enfoque del Código Penal de 2003, ha sido un fracaso”.
 
            La negociación no es posible.
 
            Guadalupe De la Fuente Espinosa. Asociación de abuelos separados de sus nietos. “Que algunos grupos feministas se la han apropiado como de ellos y están haciendo un uso fraudulento de esa ley”.
 
            Desde el momento en que se produce una denuncia sin necesidad de ninguna prueba ni de ningún indicio, se procede automáticamente a la detención del hombre.
 
            Este hombre ha perdido todo derecho a ver a sus dos hijos.
 
            La víctima. “A mí me han quitado hasta la patria potestad”.
 
            María Sanahuja. Magistrado de la Audiencia Provincial de Barcelona. “Es tan evidente como que después de cinco años, no sólo no ha mejorado la situación sino que diríamos que incluso ha empeorado”.
 
            José Antonio. Víctima. “Yo según el juzgado he infringido el ordenamiento y tú vas a prisión”.
 
            El juez Francisco Serrano compara la situación con las detenciones de la prisión de Guantánamo.
 
            María Sanahuja. Magistrado de la Audiencia Provincial de Barcelona. “Y además, estamos maltratando a miles de niños, a miles de abuelos y abuelas y miles de padres”.
 
            España acepta la destrucción de los derechos de millones de personas a una vida familiar.
 
            Guadalupe De la Fuente Espinosa. Abuelos separados de sus nietos. “Que la situación que están viviendo [los niños] es muy complicada, muy complicada”.
 
            Entrevistadora. “¿Qué derechos tienen los hombres?”
 
            Javier Pérez-Roldán. Abogado. “Los hombres, ninguno”.
 
            Su ex-mujer presentó ocho falsas acusaciones.
 
            La víctima. “Bueno, llevo seis años viviendo aquí en un contenedor”.
 
            Cada día las mujeres presentan 350 acusaciones falsas contra hombres. La cuestión es: ¿Es correcto que el motivo real es que las feministas están llevando a cabo una revancha contra los hombres?”.



 
 
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