Los islamistas en lugar de socorrer a sus conciudadanos y correligionarios han destinado tiempo y esfuerzos en perseguir, torturar y asesinar a los ayudantes extranjeros por el mero hecho de ser cristianos.
El delito de ser cristiano y querer ayudar a los damnificados por las inundaciones es suficiente motivo para los seguidores de la “Religión de ”, tal como les gusta repetir a los seguidores de Muhammad, de asesinarlos.
Los trabajadores cristianos de ayuda extranjera han estado trabajando en Mingora y sus alrededores. El 23 de agosto de 2010 cuando regresaban a su base en torno a 17:35 joras un grupo de devotos del Islam atacó su vehículo. Fueron heridos 5 o 6 de ellos, y los fieles musulmanes secuestraron a los tres trabajadores humanitarios extranjeros.
Los islamistas han advertido a todas las organizaciones humanitarias internacionales que sus miembros serán asesinados.
Las autoridades pakistaníes han ignorado totalmente a la minoría pakistaní cristiana y a sus miembros no se les ha repartido ni tiendas de campaña, ni agua potable, ni alimentos. Los cristianos están viviendo en las carreteras dañadas y no se les permite desplazar a los campos del gobierno.
La provincia de Sindh Thatta se ha inundado, y a cerca de 300 familias cristianas que trataron de desplazarse a Punjab se les prohibió hacerlo. Los meteorólogos pronostican más lluvias en los próximos días, con inundaciones catastróficas que empeorará la situación de la población en general, y de la cristiana en particular
Kashif Mazhar, vicepresidente de Life for All (Vida para Todos”) dijo que "es desalentador ver que las organizaciones cristianas apoyan de todo corazón a las víctimas, independientemente de la religión o la raza del damnificado, pero en la mayoría de las áreas, los cristianos son totalmente ignorados y ni siquiera se les permite quedarse”.
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