El diputado de la Asamblea de Madrid Juan Soler, por cierto, uno de mis más antiguos amigos, ha escrito en su blog un artículo en el que habla del acento andaluz de la posible candidata pesoíta a la Comunidad de Madrid, Trinidad Jiménez, a propósito del cual hace la siguiente afirmación:
“Su acento la hace más apta para Dos Hermanas o Velez-Málaga, suena extraña y solo aparece por aquí para aspirar a un puesto”.
Al pesoísmo la cosa le ha caído muy mal, y ha montado tal trifulca, que el diputado en cuestión se ha visto obligado a disculparse -“Si se ha entendido mal la culpa es mía, yo no pretendía ofender ni a los ciudadanos ni a nadie”-, e incluso ha tenido que realizar un escrito de rectificación.
A decir verdad, y más allá de que yo no crea que el acento de una persona le haga más apto para una actividad que para otra, la cosa no pasa de ser una niñería, razón por la que me hago cruces de que haya tenido el alcance que ha tenido. Tal es lo que me habría parecido, simplemente, si lo ocurrido hubiera pasado en cualquier país del mundo. Pero es que, señoras y señores, el suceso no ha ocurrido en cualquier país del mundo, no, el incidente ha ocurrido... ¡¡¡en España!!!
España es, por si lo habían olvidado Vds., el país en tres o cuatro de cuyas regiones, pero sobre todo en una de ellas, no se puede estudiar en la lengua común de los españoles y hay que hacerlo en una lengua vernácula le guste a uno o no. España es el país donde en una región ya y en alguna otra pronto, por rotular en la lengua común de todos los españoles le ponen a uno una multa y no de trámite. España es el país en alguno de cuyos parlamentos regionales, cuando uno habla la lengua común de los españoles, un buen número de diputados se levantan y abandonan la sesión. España es el país en alguna de cuyas regiones, las explicaciones a los monumentos están escritas en lenguas vernáculas minoritarias, en inglés y en francés, y no en español, como si, amén de su condición de españolas, el nacional no fuera el turismo mayoritario de esas regiones. España es el país en algunas de cuyas regiones, se hacen, o por lo menos se han hecho, ¡¡¡exámenes de acento regional para poder trabajar en cadenas regionales de televisión!!!
En un país donde todo esto ocurre con el silencio vergonzante de la mayoría de cuantos han criticado a Juan Soler -animo a leer los comentarios vertidos en su blog- y lo que es más grave, del Gobierno y la clase política en general, ¿de verdad hay derecho a montarle pollo tal a quien se permite una licencia sobre el acento de quien al fin y al cabo no es sino el posible candidato del partido contrario?
No, desde luego, mientras en Cataluña los niños no puedan estudiar en español, en Baleares haya monumentos rotulados en catalán, francés e inglés y no en español, o en Canarias se hagan exámenes de acento guanche para presentar las noticias en TV. Otra cosa me parece hipocresía, y además, barata, muy barata, y me pregunto cuantos de quienes se han rasgado las vestiduras ante el comentario de Juan Soler, lo han hecho con la misma vehemencia ante la política que discrimina acentos y lenguas en tantas, demasiadas ya, regiones españolas.
No, desde luego, mientras en Cataluña los niños no puedan estudiar en español, en Baleares haya monumentos rotulados en catalán, francés e inglés y no en español, o en Canarias se hagan exámenes de acento guanche para presentar las noticias en TV. Otra cosa me parece hipocresía, y además, barata, muy barata, y me pregunto cuantos de quienes se han rasgado las vestiduras ante el comentario de Juan Soler, lo han hecho con la misma vehemencia ante la política que discrimina acentos y lenguas en tantas, demasiadas ya, regiones españolas.