La vida en Hamastán
En Gaza se ha intercambiado fuego entre correligionarios que militan en el crimen organizado del islamismo. [1]
Fieles devotos del Islam han intercambiado disparos con correligionarios y conciudadanos, otros fieles muy creyentes del Islam el jueves 5 de agosto de 2010.
Esta vez sólo han resultado heridos tres islamoterroristas en la fraternal reyerta entre devotos del Islam pertenecientes a y Hamás.
En otros encontronazos entre islamistas, seguidores de la “Religión del Amor y de ” como gustan repetir a sus fieles, han muerto centenares de hermanos en fraternal y musulmán abrazo.
Pero no todo en Gaza es tan fraternal y pacífico, en versión islámica.
Hamás tiene tiempo en instaurar una policía moral que se dedica a la caritativa y amorosa tarea de obligar a las mujeres a llevar obligatoriamente velo. Las cristianas también están obligadas.
Hamás permite y alienta que las familias asesinen a los miembros homosexuales. Todo en aras de la paz del Islam. [2]
Hamás, la organización de extrema derecha del Islam por la que sienten fascinación los Sauras y los extrema izquierdistas europeos, quiere implementar ´a.
Gaza, la tierra israelí que Ariel Sharon cedió a cambio de paz, fracasando estrepitosamente, está gobernada por la franquicia totalitaria de los Hermanos Musulmanes egipcios, Hamás.
La población árabe que vive en Gaza votó masivamente a Hamás, el movimiento islamonazi que ha llevado a cabo la limpieza étnica de judíos, deviniendo hoy Gaza un territorio Judenrein.
Pero la limpieza étnica de Hamás no se circunscribe únicamente a los judíos, los islamistas de Hamás están cercenando la libertad de toda la población y promoviendo la expulsión de los cristianos.
Cuando el fin: el imperio del Islam, justifica los medios: los atentados islamoterroristas, cometidos por islamikazes, y cuando los fieles devotos del Islam cometen asesinatos de infieles para agradar a su divinidad, Alá, y cuando asesinar es una acción loable y digna de ser ensalzada por esos místico-asesinos islamistas, y cuando se cree poseer la verdad absoluta y se tiene la convicción de que el resto es desviado, falso, pervertido, y cuando se legitimiza destruir vidas las humanas de los que se supone están sumidos en el error y la desviación, se llega al desvarío sanguinario de eliminar a los propios correligionarios por divergencias nimias.
El islamismo impregna la vida y la sociedad árabe-palestina hasta los poros. Esto genera un extremo odio a la alteridad y a cualquier discrepancia.
El islamismo se caracteriza por el odio a la alteridad, la exaltación a la muerte, la apología al terrorismo, el rechazo a la mínima diferencia.
Todo este cuadro social e individual y personal de la sociedad y de cada miembro respectivamente es el característico del totalitarismo islámico.
El nihilismo religioso del islamismo y su visión supremacista obliga y exige a sus seguidores la aniquilación de lo no-musulmán, y de lo musulmán que no se encuadra en los rígidos y acríticos parámetros preconcebidos.
El islamismo es el totalitarismo del siglo XXI.
Las actitudes de mirar hacia otro lado, de tolerar a los intolerantes, de permitir y aceptar el crimen como algo inherente a la “cultura de muerte” de los islamistas no sólo no sirven sino que alientan a los yihadistas.
El islamismo hará sufrir sanguinaria y brutalmente a la humanidad, hasta que ésta reaccione y derrote al totalitarismo y terrorismo islámico, tanto en el campo ideológico como en el militar.
NOTAS
[1] http://www.adnkronos.com/AKI/English/Security/?id=3.1.788223070