La idea no es mía, es de mi buen amigo Luis Español, -una máquina de parir buenas ideas, por cierto- que la propone en su blog Opinión publicada. Pero en cuanto la he conocido, la he hecho mía y, a mi vez, se la propongo yo a Vds. en estas páginas.
Trátase de lo siguiente: de la misma manera en que hemos visto prohibir las corridas de toros en Cataluña sobre la base de que los catalanes tienen transferida, como tantas otras comunidades autónomas, la competencia de espectáculos y la cuestión se ha sustanciado a través del mecanismo legislativo llamado iniciativa legislativa popular, ¿por qué no impulsar, en la comunidad autónoma de Madrid, pero también en todas las demás, por qué no, una iniciativa legislativa popular contra la Ley Aído, dado que, como es bien sabido, a Madrid como al resto de las comunidades autónomas, le está transferida la competencia de sanidad en la que se inserta la ejecución de la citada ley?
La figura cuya utilización propongo viene regulada por la Ley 6/1986, de 25 de junio, de Iniciativa Legislativa Popular y de los Ayuntamientos de la Comunidad de Madrid, cuyo artículo 8 reza en la manera que sigue:
“La iniciativa legislativa popular se ejerce mediante la presentación de Proposiciones de Ley, suscritas por la firma de, al menos, 50.000 electores madrileños, autenticadas en la forma que determina la Ley. A estos efectos, los promotores de la iniciativa se integrarán en una Comisión Promotora”.
Una iniciativa que tiene la virtud de no salirse un ápice de los cauces legales y legislativos, y que obligaría, como poco, a replantear de nuevo un debate que, contrariamente a lo que algunos querrían e intentan hacernos creer, ni mucho menos está cerrado en España, sino abierto y cada vez más abierto.
La sociedad madrileña es una de las más dinámicas y corajudas de nuestro hermoso país de taifas. No ha de costar ni unos días de trabajo presentar ante la Asamblea de Madrid la firma de 50.000 electores madrileños pidiendo la reconsideración de la Ley Aído –orgullosa puede estar la jovencita de ligar su nombre a semejante legado- y en general de las prácticas abortivas en Madrid. Las plataformas para hacerlo existen, la máquina está engrasada. ¿Se imaginan a Madrid liderando y pionera de la lucha contra el aborto a nivel mundial?
Ahí queda la idea. Si les gusta, transmítanla. No es una locura. Está al alcance de la mano. Sólo hay que querer.