Yo sé que para muchos Herrera Oria apenas es una enrevesada calle del norte de Madrid –que, por cierto, todavía no entiendo como no se cayó del callejero en la reforma practicada por el más conocido como “el mejor alcalde de Madrid”- a la que se accede a través de la M-30 en la que está anunciada por grandes carteles. También para mi lo fue alguna vez, lo confieso. Hoy sé que Angel Herrera Oria, el Cardenal Herrera Oria, que murió un 28 de julio hace ya cuarenta y dos años a la venerable edad de ochenta y un años, es uno de los personajes centrales del s. XX español y uno de los grandes exponentes de la intelectualidad española de todos los tiempos.
 
            Herrera Oria cultivó todos los campos del humanismo. Estudió leyes, y fue tan eminente jurista que amén del doctorado, sacó las oposiciones al cuerpo de abogados del Estado, participando activamente en todos los campos de la comunicación y de la política.
 
            En la primera de estas facetas, Herrera Oria funda en 1911, y dirige también, el famoso diario El Debate, referente fundamental de la prensa en los convulsos años de la República. Y un año después, en 1912, la Editorial Católica, desde la que se editarán diarios como El Ideal en Granada, El Ideal Gallego en La Coruña, Hoy en Badajoz, y La Verdad en Murcia, amén del conocido diario Ya, uno de los grandes periódicos nacionales durante los años del franquismo.
 
            Desde El Debate impulsa, en los durísimas circunstancias que para la derecha representó el advenimiento republicano, la creación del partido Acción Nacional, -con el que incluso llega a presentarse a las elecciones aunque con adversa fortuna-, precedente de Acción Popular y de lo que terminará siendo la gran alternativa de la derecha española durante la República, la Confederación Española de Derechas Autónomas, la CEDA, que, liderada por Gil Robles, será la gran vencedora de las elecciones del año 33.

            También desde El Debate impulsa la creación de la Escuela de Periodismo El Debate, precedente de las actuales facultades universitarias de periodismo y comunicación.
 
            Amén de ello y entre otras muchísimas fundaciones que sería interminable mencionar, Herrera Oria funda, junto con Angel Ayala, la Asociación Católica de Propagandistas (ACdP), cosa que hace en 1908, el Centro de Estudios Universitarios, cosa que hace en 1933, y participa en la de la editorial BAC (Biblioteca de Autores Cristianos), cosa que hace en 1944.
 
            No es hasta que se produce la Guerra Civil que se decide a dar el paso al sacerdocio, y ordenado en 1940 a la tardía edad de cincuenta y cuatro años, inicia una carrera que, como no podía sino esperarse tratándose de él, culmina con los mejores logros. En 1947, sólo siete años después, es nombrado Obispo de Málaga, sede que no abandonará hasta su retiro, y en 1965 es elevado al cardenalato por Pablo VI. Participa en la elaboración del Concordato con la Santa Sede de 1953 y en el Concilio Vaticano II.
 
            El 25 de enero de 1996, el Cardenal de Madrid Rouco Varela firma la introducción de la causa de beatificación y canonización del siervo de Dios Angel Herrera Oria, que murió, tal día como hoy, un 28 de julio hace ya cuarenta y dos años.