El terremoto del pasado sábado en Haití, de 7,2 grados en la escala de Richter, ha dejado ya más de 1300 muertos y más de 5000 heridos, cifras que crecerán porque, sobre todo en el suroeste del país, hay numerosos desaparecidos que siguen siendo buscados entre las ruinas.

Pero faltan medios para rescatarlas y para prestar la necesaria atención sanitaria a las víctimas: "Las casas en las montañas, que ya eran precarias, se derrumbaron, dejando a muchas personas heridas y muertas en lugares donde no hay acceso a los centros de salud, que, cuando están presentes, carecen de cualquier tipo de material que permita el rescate", explica el padre Massimo Miraglio, religioso camiliano italiano que es misionero desde hace 17 años en la comunidad de Jeremie, donde precisamente se encuentra trabajando en la construcción de un hospital.

"El terremoto nos tomó por sorpresa y no estábamos preparados", explica a Grabiella Ceraso para Vatican News. La gente de aquí está acostumbrada a lidiar con huracanes e inundaciones, así que reaccionaron con mucho pánico".

El sacerdote describe una situación dramática: "La situación general es frágil y la vida de la gente sigue siendo precaria a causa de la pobreza, los daños medioambientales debidos a la deforestación vinculada a la búsqueda de carbón, que es una fuente de ingresos aquí, y la dificultad para desplazarse por la zona. Las vías de comunicación, ya de por sí difíciles, se han visto aún más dañadas por las avalanchas y el terremoto, y tenemos muchas zonas totalmente aisladas".

El padre Massimo Miraglio, junto a algunos niños haitianos.

Los hospitales y las unidades de emergencias están saturadas: "Se necesitan medicamentos y sobre todo material de primeros auxilios, gasas, vendas, desinfectantes", pide el padre Massimo, quien recuerda que esta tragedia se une a la generada por el covid y "hará aún más ingestionable la afluencia de enfermos, que llegan aquí desde toda la provincia. Pensemos que en la zona de Jeremie sólo hay un hospital para 800.000 personas".

Toda la Iglesia en América está intentando reaccionar unida para contribuir a paliar estos males, y por eso el Consejo Episcopal Latinoamericano, la Confederación Latinoamericana y Carbibeña de Religiosas y Religosos, el Secretariado Latinoamericano y Caribeño de Cáritas la Confederación Interamericana de Educación Católica y la Red Eclesial Latinoamericana y Caribeña de Migración, Desplazamiento, Refugio y Trata de Personas han sumado fuerzas para "desarrollar acciones pastorales conjuntas encaminadas a la reconstrucción del tejido social, a la puesta en marcha de acciones humanitarias para el cuidado de la vida, y a apoyar la misión evangelizadora de la Iglesia haitiana", según manifestaron en un comunicado.

Del mismo modo, Caritas Mexicana ha abierto una cuenta bancaria para una colecta especial "a la que pide sumarse, con gesto misericordioso, espíritu generoso y fraterna caridad", en favor de los hermanos de Haiti, "para socorrerlos y acompañarlos ahora y en las siguientes fases de rehabilitación y reconstrucción".

Los datos son los siguientes:

Cáritas Mexicana IAP
Banco: BBVA/Bancomer
Cuenta: 0123456781
Clabe interbancaria: 012 180 00123456781 5

Para más información sobre esta colecta, pincha aquí.