Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN) ha aprobado una ayuda de emergencia de 500.000 euros para la población de Haiti tras el terremoto que el pasado 14 de agosto causó la muerte de más de 2000 personas, con cerca de 10.000 heridos y 137.000 familias sin hogar.
"El escenario es insostenible. La población está en shock”, declaró el presidente ejecutivo de ACN, Thomas Heine-Geldern, tras recordar la falta de lluvia y su impacto en la pobreza del país, que sufre además una ola violencia, secuestros y conflictos políticos, y cuyo presidente, Jovenel Moïse, fue asesinado el 7 de julio.
El terremoto dañó sobre todo el sur del país y hay algunas zonas, como Jérémie, incomunicadas por daños estructurales en las carreteras. ACN está en comunicación con las diócesis más perjudicadas para perfilar los proyectos de ayuda más necesarios en estos momentos.
La catedral de San Luis, en Jérémie, quedó destruida tras el terremoto.
Aunque algunos medios informaron de que el cardenal Chibly Langlois, obispo de Les Cayes, había resultado gravemente herido y había quedado bajo los escombros, Heine-Geldern lo desmiente: "El obispado de Les Cayes ha quedado totalmente destruido, pero el cardenal pudo escapar a tiempo”.
“Conocemos el gran esfuerzo de la Iglesia por dar esperanza a la gente en una situación de desesperación, después de tantas catástrofes naturales, en medio de la violencia y la pobreza extrema", concluyó el presidente ejecutivo de Ayuda a la Iglesia Necesitada: "En estos momentos difíciles, no podemos dejar abandonada a esa Iglesia que lucha por su gente. Además, las noticias sobre el huracán que se acerca a la costa nos llena de consternación. Pido oraciones por el país, pidamos por todos aquellos que han perdido a seres queridos, por los heridos y por los que se ven privados de todo. Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, patrona y protectora de Haití, les dé amparo y consuelo”.
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