Argentina celebrará del 23 al 26 de abril de 2020 su cuarto congreso nacional mariano: el anterior se celebró hace casi 4 decadas, en 1980. La excusa es un aniversario de cuatro siglos: 400 años desde que se encontró la imagen que hoy se venera como patrona de Catamarca, la Virgen del Valle.
El Congreso acompaña a un Año Mariano Nacional, con jubileo e indulgencias.
La diócesis de Catamarca ya se encuentra volcada en este Congreso Mariano que traerá delegados de toda Argentina. Este sábado 28 de septiembre reunió a muchos de los organizadores en el Centro Educativo y Cultural Diocesano Virgen del Valle.
La Virgen del Valle, encontrada por unos indios en Catamarca (Argentina) en 1620
El obispo no descarta que venga el Papa
El obispo de Catamarca, Luis Urbanc, anima a movilizarse a toda la diócesis, con sus movimientos y parroquias.
“Recibir a todas las diócesis del país es una tarea enorme que necesita del aporte de todos. Por ello les ruego que participen y a la vez inviten a los que quieran ser parte de este nuevo Pentecostés de la Iglesia en la Argentina, que tiene a la Madre convocándonos y caminando a nuestro lado”, proclama el obispo.
Luis Urbanc, obispo de Catamarca, anima a los organizadores del Congreso Mariano
“Uno de los grandes trabajos que tenemos como anfitriones es la preparación de al menos 6.500 plazas para recibir a los congresistas”, estimó hace unos días, en otro encuentro preparatorio el 10 de septiembre. Se espera que cada diócesis argentina envía 100 personas en representación.
Al obispo le gustaría que el Papa Francisco pudiera cerrar en persona el Congreso Mariano, quizá con una ceremonia para beatificar a Fray Mamerto Esquiú, un obispo franciscano que se hizo famoso con un discurso que defendía la Constitución de la época en 1853. “Sería muy hermoso, si está todo listo, que ese domingo, en la clausura del Congreso, podamos tener también la gracia de la beatificación de este gran catamarqueño, fraile franciscano, y conciudadano, sacerdote, obispo, que tanto bien nos puede hacer a toda la Nación”, anheló el obispo de Catamarca. En los encuentros preparatorios siempre se reza el Rosario y en el Camarín de la Virgen se saluda a la imagen en oración y con cantos sin instrumentos.
La devoción a la Virgen del Valle
En 1620, un indio que trabajaba para el juez español Manuel de Salazar, descubrió que unas mujeres indias acudían en secreto a venerar una imagen femenina. Avisó al juez Salazar, que vio asombrado que era la imagen de una pequeña Virgen. Quiso llevarla a otro lugar, a una capilla o ermita, pero milagrosamente la imagen siempre desaparecía y volvía a su lugar inicial, la gruta de Choya. Allí está hoy un santuario donde han acudido a rezar infinidad de fieles estos 4 siglos, y también los organizadores del Congreso.
La imagen fue vestida según la tradición española y así ha mantenido sus colores por 400 años: túnica blanca y largo manto azul. El conjunto cuenta con un pedestal de 24 cm de alto (de 1870); una peana de 10 cm y la imagen en sí de 42 cm desde la cabeza hasta los pies. A sus pies, la media luna de la Mujer del Apocalipsis. Es una devoción ligada a la Inmaculada Concepción.
La Catedral basílica de Nuestra Señora del Valle se encuentra en el centro de San Fernando del Valle de Catamarca, ciudad capital de la provincia de Catamarca. Las festividades de la Virgen del Valle se realizan el 8 de diciembre de cada año, en coincidencia con el día de la Inmaculada Concepción de María, y el segundo domingo después de Pascuas.
Ambas festividades convocan a miles de fieles marianos, cuyo fervor religioso los invita a realizar peregrinaciones hasta la ciudad de Catamarca desde otras ciudades y provincias del país, muchas veces a caballo, en bicicleta o a pie. Las procesiones en su honor son las más multitudinarias del Norte Argentino, razón por la cual, bajo la tercera presidencia de Juan Domingo Perón, la Virgen fue declarada Patrona Nacional del Turismo en 1974.
(Publicado originariamente en el portal de noticias marianas CariFilii)