Las tradicionales fiestas de Santo Domingo de Guzmán en la capital de Nicaragua se han convertido en otro escenario del pulso entre las autoridades civiles del régimen de Daniel Ortega y las eclesiásticas, tensadas desde las protestas de abril de 2018 y cuando faltan tres meses para la celebración de unos comicios presidenciales sin garantías, con los que Ortega pretende eternizarse en el poder.
Debido a la expansión de la covid-19 en el país, la diócesis de Managua decidió suspender los actos públicos relacionados con la fiesta patronal "oficiosa" (el verdadero patrón es Santiago Apóstol), que normalmente se celebran entre el 1 y el 10 de agosto, con diversos actos culturales, folklóricos y religiosos.
El alcalde de Managua respondió anunciando que las fiestas se celebrarían igual y que haría colocar otra imagen del santo fundador de los dominicos.
La diócesis de Managua, con el cardenal Leopoldo Brenes al frente, reaccionó declarando que las entidades de Iglesia y pastores no participarían.
Así, nos encontramos con un régimen de antiguo origen sandinista que organiza unos festejos religiosos sin participación de la Iglesia, sólo con autoridades civiles: lo nunca visto en el país.
El domingo pasado, cuando debían empezar los festejos, en vez de los cientos de miles de personas que otros años acompañan la imagen del santo y bailan con ella durante 10 km, acudieron sólo algunos centenares con una copia de la imagen, conocida como “Mocito”.
El cardenal predica sobre 'buscar' a Dios por malos motivos
El cardenal aprovechó para dedicar una homilía al uso interesado de los símbolos religiosos con finalidades políticas partidistas.
"Hoy podríamos preguntarnos cuáles son nuestros intereses en buscar al Señor, en celebrar a nuestros santos patronos", proclamó el purpurado durante su homilía.
El cardenal animó a “encontrar” a Santo Domingo en la intimidad de los hogares en vez de “buscar el jolgorio o la bulla”, y agradeció a los medios de comunicación que transmitieron la misa mientras se daban las fiestas de la alcaldía.
"Hoy el Señor conoce nuestras intenciones, porque vamos tras el Señor, porque vamos tras nuestras imágenes, nuestros santos patronos, y el Señor nos interroga: hoy me buscáis porque todos habéis recibido pan, porque yo os he dado para comer, y por eso me buscáis”, añadió, refiriéndose al evangelio del domingo.
Daniel Ortega ha redoblado en los últimos días sus comentarios despectivos contra el clero del país, a los que llama "fariseos". Desde las protestas de 2018, cuando la Iglesia intentó mediar entre el Gobierno y los opositores, el régimen se ha ido haciendo más y más represor, y la Iglesia más crítica con su represión.
José Álvarez, administrador apostólico de la diócesis de Estelí, respondió a los insultos de Daniel Ortega con un comentario en redes sociales: "El miedo no viene de Dios. Vivimos en la libertad de los hijos de Dios, por eso, seguimos adelante con nuestra labor pastoral y nuestra misión evangelizadora y sin miedo”.
El cardenal Brenes ya anunció a mitad de julio que habría que posponer las fiestas