El pasado miércoles 8 de marzo, la presidenta hondureña Xiomara Castro y José Manuel Matheu, ministro de Salud, firmaron el decreto que legalizaba la Píldora anticonceptiva en todo el país. Se trata solo de uno más de los pasos que Castro y su gobierno están dando en Honduras como parte de su programa para potenciar los mal llamados "derechos reproductivos" y la ideología de género.
Aunque para algunos ha supuesto una sorpresa, hay quien lleva avisando años de cómo la victoria del partido Libre (Libertad y refundación) de Castro sería una puerta de entrada a los programas de género en un país de una amplia profesión de fe católica y cristiana.
Uno de ellos es el arquitecto y activista provida David Andrade, que precisamente para advertir de ello fundó Generación Celeste, un movimiento de jóvenes estudiantes y emprendedores dedicado a la defensa de la vida, la familia y la fe "como motor de desarrollo económico y cultural de las naciones y como fuente de moral y valores vigentes en toda era", según reza su página web.
Entrevistado por el digital hondureño La Tribuna, Andrade ha detallado cómo los partidarios de la ideología de género tanto nacionales como provenientes de "organismos internacionales" están fomentando sus postulados de consecuencias "irreversibles" del "virus mortal" que supone esta ideología desde el gobierno.
Explica que el proyecto surgió durante la pandemia, al ser conscientes de cómo la ideología de género, que "atenta contra la mujer y contra la niñez" iba a desembarcar en Honduras ante la ausencia de respuesta por parte de la sociedad civil.
El "virus mortal" de género advierte a la Iglesia
Andrade, defensor de la vida, la familia y firme convencido de la importancia de preservar la fe y sus rectores morales en Honduras, definió a la ideología de género como "un virus mortal, pseudo intelectual que afecta la identidad sexual de los niños y de los adolescentes", cuyo éxito se debe a la "imposición a través del Estado y la ONU".
Uno de los aspectos que muestra claramente este proceso fue la rueda de prensa de Castro al tratar "el aborto, el lobby LGTBQ y el matrimonio igualitario", donde también "lanzó una advertencia a la Iglesia en general [para que] que no se metieran, que se mantuvieran en sus templos orando".
Uno de los aspectos sobre los que advierte Andrade es sobre la inoculación de este "virus" a través del sistema educativo hondureño.
"El señor ministro ha dicho que no, pero ya hemos tenido testimonios que sí, los libros están impresos con esta ideología y con estos pensamientos, entonces cuando usted vea al señor Sponda decir que tal cosa no va a pasar, tenga por seguro que eso es exactamente lo que va ocurrir", explicó. Todo parece indicar que "está pasando, con el desmantelamiento de nuestro sistema educativo y nuestras leyes para poder imponer toda esta ideología".
La ONU, cómplice de los suicidios trans
Junto con el propio gobierno, Andrade se muestra convencido de la intervención de Naciones Unidas para imponer las doctrinas LGBT en Honduras.
"Hay un personaje, que es la señora Alicia Shackelford de la ONU, quien está financiando toda esta ideología de género en Honduras, a nivel mundial hay políticas que se están introduciendo violentando, inclusive, la soberanía de los países, es una imposición, es un neocolonialismo que se hace a través del chantaje. Son políticas que se le imponen a la señora Xiomara Castro desde los organismos internacionales y que ya han mostrado que han fracasado en otros países", sentencia.
Andrade alerta precisamente de cómo ese "fracaso" afectará también a Honduras de no hacer frente a esta ideología, encontrando en los menores a sus principales víctimas.
"Se les ha dicho a nuestros niños que a través de la ideología de género ellos pueden ser lo que quieran y hay muchos niños que han mordido el anzuelo y hay muchas niñas que sin el permiso de los padres se han sometido a terapias para ser varón y cuando llegan a la adultez se dan cuenta que fue un momento donde ellas estaban confundidas, pero ya no hay marcha atrás, entonces, el número de suicidios en la comunidad trans se ha disparado tremendamente", subraya el fundador de Generación Celeste.
La Iglesia y la familia, los últimos bastiones
Uno de los aspectos en los que incide es que el mensaje de su organización no enfrenta a los homosexuales, y que lejos de considerarse "homófobo", centra todos sus recursos a combatir "el lobby LGBT. Este, asegura, "pretende imponer su estilo de vida desde el sistema educativo. Estamos claros que todo el mundo en medios de comunicación, cine, cantantes, etcétera, están promoviendo todas estas ideas y tenemos un bombardeo masivo de estas ideas y prácticamente no hay escapatoria".
Para Andrade, la familia y la Iglesia son los dos últimos y grandes bastiones capaces de enfrentar los postulados de género.
Así, se dirige a los padres de familia y les aconseja especialmente "supervisar lo que ven y lo que consumen sus niños en redes sociales y en televisión".
También anima a los maestros y profesores a mantenerse firmes, ya que aunque "la inmensa mayoría de ellos están en contra, temen ser chantajeados y perder sus empleos por este tipo de ideologías".
Se refirió, por último, a la Iglesia y al fuerte papel del cristianismo en la sociedad hondureña: "Honduras mayoritariamente es cristiana, el Estado es laico pero la sociedad no y la sociedad tiene valores cristianos y si sus políticos comienzan a legislar contra esos valores entonces irán en contra de la sociedad e irán en contra de las familias".
Convencido de que la Iglesia es en Honduras "el actor político más potente de la sociedad" y una de las "voces disidentes" que "pretende callar la ideología de género", anima a los sacerdotes a enfrentar sus postulados. El siguiente paso, concluyó, "será decirle a todo aquel que disienta que su discurso es de odio y por lo tanto será penalizado".