Lenín Moreno, presidente de Ecuador desde 2017, se ha reunido esta semana con una delegación de los obispos católicos y ha invitado a la Iglesia a participar en el diálogo nacional por el bien del país. Ecuador tiene unos 16 millones de habitantes, de los que un 80% se declaran católicos.
Recibió en el Palacio de Gobierno al presidente de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana, Eugenio Arellano. Uno de los temas que trataron fue la situación en las zonas fronterizas con Colombia y en la región amazónica. Otro fue la lucha contra la corrupción en las instituciones.
La ministra del Interior, María Paula Romo, que también participó en la cita, explicó que el proceso de diálogo que seguirá sirve "no solo para reparar los problemas que se vienen arrastrando en el país, sino también para una proyección hacia el futuro".
Arellano calificó de fructífero el encuentro con Moreno e indicó que la Iglesia está dispuesta a colaborar con el Gobierno en su misión de garantizar educación y salud a la ciudadanía. "Hemos dialogado sobre cauces de colaboración entre nosotros para llegar a la gente" que habita en la provincia de Esmeraldas (noroeste), fronteriza con Colombia, así como en la Amazonía", explicó el obispo.
Arellano aseguró que la Iglesia se siente garante "de la educación de todos los niños, vivan donde vivan".
Ante las preguntas de la prensa, el presidente de los obispos habló de los abusos sexuales en el clero: "Un tema que nos preocupa y nos ocupa muchísimo es el escándalo que la Iglesia ha permitido. El crimen que algunos sacerdotes, gracias a Dios son minoría insignificante, pero es de una gravedad muy grande. Y queremos prevenirlo, queremos remediarlo, queremos que desaparezca ese crimen. Ese es un tema que nos preocupa mucho en este momento", apuntó Arellano.
También habló de la importancia de defender al vida de todos frente al aborto. “La Iglesia tiene la opinión de sí a la vida. La vida no es negociable para nosotros”, indicó Arellano, mientras una propuesta abortista da sus primeros pasos en la Asamblea nacional. Sin embargo, la ministra de Interior aseguró a la prensa que el tema del aborto no se habló en el encuentro del presidente y los obispos.