Los conflictos en Nicaragua y la presión del régimen sandinista y sus partidiarios contra la Iglesia y cualquier crítica u oposición ha cristalizado en un riesgo real para la integridad física del obispo auxiliar de Managua, Silvio José Báez, que es asiduo a los medios de comunicación y ha hablado muchas veces pidiendo que el Gobierno dé pasos para desatascar el conflicto.
Ante las amenazas, el Papa Francisco ha pedido a Báez que acuda a Roma después de Semana Santa.
"Doy gracias al Papa Francisco quien habiendo confirmado mi ministerio y mi estilo episcopal, me ha pedido ir a Roma por un tiempo. Llevo en mi corazón de pastor la alegría y las tristezas, los dolores y esperanzas de mi pueblo de Nicaragua. ¡Gracias a todos por su cariño!", escribió Báez, después de la rueda de prensa que concedió junto con el cardenal Leopoldo Brenes, arzobispo de Managua.
Báez expresó su tristeza por dejar Nicaragua. "Les hablo con toda sinceridad: en este momento siento un gran dolor en mi corazón, el dolor de no poder estar físicamente con mi querido pueblo nicaragüense, especialmente con el fiel santo Pueblo de Dios, para anunciarles el Evangelio con mi voz y ofrecerles, a través de mi cercanía pastoral, una palabra de consuelo y profecía ".
"Un exilio forzado", denuncian opositores al régimen
Ha habido muchas reacciones a esta noticia, también recibida por agencia Fides, que vincula esta decisión con la compleja crisis que el país ha estado experimentando durante un año. Varias personalidades expresaron su amargura.
El ex vicepresidente de Nicaragua y el escritor Sergio Ramírez definieron la salida del obispo Báez como un "exilio forzado", y agregaron que él y todos los que tuvieron que irse debido a la crisis sociopolítica volverán cuando vuelva la democracia.
"Mons. Báez se irá de Nicaragua, pero Nicaragua no se irá de Báez "escribe uno de los miles de seguidores del obispo, que es muy seguido en las redes sociales, donde los creyentes y no creyentes han expresado su cercanía y apoyo, esperando que continúe con el mismo compromiso de luchar por su pueblo nicaragüense.
Nicaragua, atascada en un conflicto estéril
La situación política en Nicaragua está estancada: espera poder continuar el Diálogo Nacional, en base a la solicitud de la Alianza Cívica, que pide la liberación de todos los presos políticos como una condición ineludible.
La Iglesia, a través del Nuncio Apostólico en Nicaragua, el Arzobispo Waldemar Stanislaw Sommertag, presente como el único testigo internacional, siempre ha pedido el camino del diálogo sincero para resolver la crisis.
El gobierno no demuestra pasos decisivos para implementar los acuerdos firmados el 29 de marzo pasado con la Alianza Cívica y alcanzar un acuerdo final.
No se aceptaron las solicitudes de la oposición:
- la salida del Presidente Ortega,
- las elecciones anticipadas y la liberación de todos los presos políticos (más de 600).
Esta situación también tendrá consecuencias económicas, con sanciones de los Estados Unidos. En la política internacional, se espera "el aniversario" de la crisis (el próximo 18 de abril) para ver si la democracia regresa a Nicaragua, pero la situación actual no deja mucha esperanza.
Luis Almagro, Secretario General de la Organización de los Estados Americanos (OEA), lanzó el 11 de enero el proceso para la implementación en Nicaragua de la Carta Democrática del continente americano, con el apoyo de los Estados Unidos.