El régimen de Daniel Ortega acaba de volar todos los puentes de entendimiento con el Vaticano, y el único representante que quedaba ya está fuera del país. En marzo de 2022 había sido expulsado el nuncio en Nicaragua.
Monseñor Marcel Diouf, encargado de negocios de la Nunciatura en Managua, se ha trasladado a Costa Rica. El cierre de la sede diplomática de la Santa Sede se produjo a raíz de una solicitud del Gobierno nicaragüense del 10 de marzo de 2023.
Desde Cáritas a varias radios
En virtud de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas, la custodia de la Nunciatura Apostólica y de sus bienes fue confiada a la República Italiana. Antes de su partida, Diouf fue saludado por los representantes diplomáticos acreditados en Nicaragua de la Unión Europea, Alemania, Francia e Italia.
Se trata del último capítulo en la brutal persecución a la Iglesia que lleva a cabo el régimen de Daniel Ortega. Que tuvo como una de las primeras perjudicas a las Misioneras de la Caridad de la Madre Teresa, que fueron expulsadas del país en junio de 2022.
Después, siguieron varias radios católicas de la diócesis de Matagalpa, cerradas por orden del dictador. A continuación, se encarceló a varios sacerdotes, entre ellos al obispo Rolando Álvarez, que a día de hoy cumple condena en una prisión del país, posteriormente se expulsó a Cáritas, y se apropiaron de universidades católicas.