El pasado sábado más de 3.000 personas, entre ellas numerosas familias con niños, celebraban por las calles de Santiago de Chile la “Marcha por Jesús” cuyo lema era “Por una generación que conozca a Dios”.
Esta marcha convocada por varios grupos evangélicos circulaba de manera pacífica con carteles contra el aborto y la ideología de género cuando de repente un numeroso grupo de encapuchados armados con palos, porras y sprays agredió brutalmente a los participantes, entre los que había numerosos niños.
Una turba de anarquistas
Los carabineros informaron en una nota que la marcha autorizada por las autoridades chilenas fue interrumpida por un grupo de unas 150 personas encapuchadas autodefinidas como anarquistas y antifascistas.
Además de agredir y amenazar a los participantes, los encapuchados arrojaron cócteles molotov, piedras y otros objetos a la Policía. Tres personas resultaron heridas, entre ellas un policía que fue trasladado al hospital tras recibir una pedrada en la cabeza.
En un comunicado que recoge Aciprensa, el equipo organizador de la marcha aseguró sentirse “profundamente afectados porque actos de violencia como los ocurridos, hayan empañado nuestra celebración”.
Condena por parte del Gobierno
El presidente de Chile, Sebastián Piñera, condenó rápidamente “las agresiones a quienes participaron en una marcha cristiana en nuestro país”. Por su parte, el ministro del Interior del país, Andrés Chadwick, calificó los hechos como “inaceptables” expresando en nombre del Ejecutivo “toda nuestra condena a la violencia, intransigencia y fanatismo”.
Marcha repleta de familias con niños
Por su parte, la Unidad de Ministerios Infantiles de Chile (Umich) señaló en un comunicado que “la violencia inicial se dio contra niños y niñas, incluso familias con bebés, quienes vieron cómo esta turba se dirigía directamente en contra de ellos, sobrepasando la escasa presencia policial, debiendo correr a protegerse en edificios aledaños”.
“Los padres hasta hoy continúan al cuidado de sus hijos afectados por el impacto de verse expuestos a ataques de encapuchados con bencina, piedras, palos, gritos, bombas y fuego”, afirmó la directora de Umich, Carol Espinaza.
"Vamos a defender nuestras convicciones"
El político católico y excandidato presidencial José Antonio Kast también quiso condenar el ataque a la marcha evangélica. Precisamente, él mismo fue brutalmente agredido el pasado mes de marzo por una turba en la Universidad Antonio Prat, por sus posiciones contrarias a la ideología de género.
“También vimos el odio de la izquierda, que con violencia nos quiso censurar. Atacaron familias y niños. A ellos les decimos: vamos a defender nuestras convicciones en cada espacio, foro y calle. Chile le pertenece a los que defienden el sentido común. Llegó la hora de recuperarlo”, escribía a través de Twitter.