El cardenal arzobispo de Sao Paulo (Brasil), Odilo Scherer, subió este domingo revestido, con báculo y mitra, al estrado de un evento que celebraban unos evangélicos en la plaza junto a la catedral para regañarles por hacer mucho ruido y perturbar la misa.

La escena se ha vuelto viral en las redes en portugués.

“Si depende de mí, pastor, no tendrán ningún grupo católico o evento católico frente a una iglesia evangélica durante momentos de oración, durante el servicio, haciendo ruido. En lo que dependa de mí, no van a tener eso, no”, aseguró el cardenal, lamentando que los evangélicos en la plaza no hubieran tenido ese respeto.

Los hechos ocurrieron junto a la catedral de Sao Paulo. Los protestantes habían instalado un escenario en la plaza y emitían música a todo volumen, con mucho ruido, molestando a los católicos que intentaban celebrar con el cardenal la misa de las once de la mañana.

Cuando la misa terminó, el cardenal salió completamente revestido, con báculo y mitra, y pidió a los evangélicos que le dejaran subir al estrado a dirigir unas palabras a los asistentes desde el micrófono. Fue entonces cuando expresó su descontento.

No hicieron caso de las peticiones de bajar la intensidad

Según explica en un post de Facebook el asesor de comunicación de la Arquidiócesis, Rafael Alberto, representantes católicos intentaron “conversar con los organizadores del evento evangélico antes y durante la Misa, para disminuir la intensidad del sonido, sin éxito. Al final de la Misa, el propio Cardenal fue hasta el escenario y pidió hacer uso de la palabra”.

El arzobispo, después de saludar, explicó que acababan de “celebrar la Misa en la Catedral de San Pablo”. “Era difícil de celebrar, había mucho ruido”, les regañó el cardenal Odilo.

Luego añadió: “Si depende de mí, pastor, no tendrá ningún grupo católico o evento católico frente a una iglesia evangélica durante en momentos de oración, durante el servicio, haciendo ruido. En lo que dependa de mí, no va a tener eso, no”.

Y concluyó expresando su tristeza: “Aquí en nuestra iglesia Catedral de Sao Paulo fue difícil celebrar la Eucaristía. ¡Qué pena! ¡Qué pena! ¡Buen domingo para todos ustedes!”

La catedral de Sao Paulo, con la plaza adyacente, en un día tranquilo

En las redes sociales son muchos los católicos que han alabado al cardenal por acudir al lugar y expresar respetuosamente su descontento.

Brasil es un país muy religioso y también muy amigo de cantar a Dios con la música bien alta. Es un país de domingos intensos. Pero sin duda los cristianos de distintas iglesias pueden coordinarse mejor para hacerlo sin estorbarse unos a otros.