El obispo emérito de Orán (Argentina), Gustavo Zanchetta, de 58 años, fue condenado este viernes a 4 años y medio de prisión, pena solicitada por la fiscalía, por un delito de "abuso sexual simple continuado", agravado por su condición de ministro de "culto religioso reconocido". Los denunciantes, sus víctimas, son dos antiguos seminaristas.

El juicio se inició el 21 de febrero y el prelado negó los cargos, al tiempo que las dos víctimas ratificaban sus declaraciones durante la investigación, según las cuales monseñor Zanchetta habría requerido a ambos "propuestas amorosas" y "masajes" en los años 2016 y 2017, cuando aún era obispo de la diócesis, abusando sexualmente de ellos en el seminario San Juan XXIII de Orán (provincia de Salta).

Momento en el que monseñor Zanchetta recibe la sentencia, una vez leída, para firmarla.

Originalmente el juicio estaba previsto para el 12 de octubre de 2021, pero se suspendió por la solicitud del abogado defensor de esperar los expedientes del proceso canónico que se le realiza a monseñor Zanchetta en el Vaticano.

En efecto, en febrero de 2019 la Congregación para los obispos encomendó al arzobispo de Tucumán, Carlos Alberto Sánchez, una investigación preliminar de las denuncias, tras lo cual el caso pasó a la Congregación para la Doctrina de la Fe.

Zanchetta, designado obispo de Orán por Francisco en julio de 2013, semanas después de ser elegido Papa, fue también denunciado canónicamente por cinco sacerdotes en 2016, incluyendo acusaciones de abuso de poder. Al año siguiente presentó su renuncia, tras lo cual fue llamado por Francisco al Vaticano, donde trabajó hasta octubre de 2021 como asesor de la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica.

La intervención del Papa

En mayo de 2019, Francisco habló del caso en una entrevista de Valentina Alazraki para Televisa. Dijo que se le reprochaba ser "déspota" y "mandón", y que "el clero no se sentía bien tratado por él", por lo que “hicieron como clero una denuncia a la nunciatura”. El Papa llamó a la nunciatura, donde el nuncio subrayó que “la denuncia es seria, por maltrato y abuso de poder", por lo que el obispo fue enviado a España “para hacer un test psiquiátrico”.

El Papa indicó que “el resultado del test era dentro de lo normal” y aconsejaron que recibiera terapia una vez al mes en Madrid, por lo que monseñor Zanchetta no regresó a Argentina. En cuanto a las críticas por los presuntos malos manejos financieros, Francisco señaló que “económicamente era desordenado, pero mal manejo económico no tuvo, la visión era buena”. 

Según informa Aciprensa, el Vaticano no ha dado a conocer los detalles del proceso canónico ni ha informado si este ha concluido.