La situación extrema que vive la Iglesia en Nicaragua, agravada aún más por el secuestro y arresto del obispo Rolando Álvarez, ha provocado reacciones por todo el mundo denunciando el grave ataque realizado por el régimen de Ortega.
La Conferencia Episcopal Española ha querido enviar en nombre de su presidente, el cardenal Omella, una carta de apoyo a los obispos nicaragüenses.
“En las últimas semanas, venimos siguiendo con preocupación las noticias sobre la situación grave que está viviendo la Iglesia nicaragüense en su misión de anuncio del Evangelio y las dificultades que está poniendo el gobierno a esta misión con el cierre de las emisoras parroquiales y del Canal Católica de la Conferencia Episcopal y los obstáculos que ponen las fuerzas policiales para el acceso de los fieles a los templos y con la detención de sacerdotes”, afirma el presidente del episcopado español.
Omella recalca que “las circunstancias y el contexto de estas detenciones son realmente preocupantes pues se producen en un momento de grave deterioro de los derechos humanos en el país”.
Ante esta situación injusta y antidemocrática, el Card. Omella traslada a la Conferencia Episcopal de Nicaragua la oración y el deseo de una liberación inmediata de Mons. Rolando Álvarez, así como el respeto a su persona y a su misión. “Pedimos también a quien corresponde velar por el bien de los ciudadanos nicaragüenses, la libertad de todos sus acompañantes y, en general, de todo el pueblo sumido en estos tiempos en una dolorosa falta de libertad”.
Por último, Omella pide “a todos los católicos españoles unir nuestra oración a la oración del pueblo nicaragüense ante vuestra patrona, la Virgen María en su Inmaculada Concepción, para que se produzca pronto la deseada libertad para las personas presas, así como el restablecimiento de la libertad para la Iglesia y para todo el querido pueblo nicaragüense”.
Reacciones por todo el mundo
El Secretariado Episcopal de América Central (SEDAC) expresó en un comunicado su cercanía y total solidaridad con Mons. Rolando Álvarez Lagos, Obispo de Matagalpa y Administrador Apostólico de Estelí, con la Conferencia Episcopal de Nicaragua y con toda la Iglesia en "esa hermana República". Los obispos del istmo centroamericano piden a Dios proteja a sus "hermanos obispos, sacerdotes, religiosos, religiosas y a todo el pueblo de Nicaragua".
"Convocamos al santo Pueblo fiel de Dios, de nuestras Iglesias particulares en Centro América a unirnos en oración por la paz en Nicaragua. Que por intercesión de María Santísima y de nuestros mártires, Dios conceda", agrega.
Desde Panamá, Mons. José Domingo Ulloa, arzobispo de Panamá, ha enviado un comunicado a Vatican News, en donde se lee: “Clamamos liberación de Mons. Rolando Álvarez”.
“La Policía nicaragüense ha detenido a mi hermano en el episcopado, Monseñor Rolando Álvarez, Obispo de Matagalpa, tras irrupción a su sede episcopal. Los hechos aberrantes que rodean esta detención son motivo de alarma y dolor en toda la Iglesia Latinoamericana”.
A su vez el prelado panameño, se une a las voces que “claman por la libertad inmediata de Monseñor Rolando, y exigen se respete su dignidad como ser humano y prelado católico”. Mons. Ulloa, por último, elevó una oración al “cielo por Nicaragua, su noble pueblo y su Iglesia que hoy sufre persecución”.
La Conferencia Episcopal de Costa Rica, también en un comunicado se solidariza y eleva una oración “al Señor de la paz en estos momentos de dolor e incertidumbre”. Además, los obispos hacen un llamado al respeto a la libertad religiosa, a la dignidad de las personas y a la misión de la Iglesia que en Nicaragua llevan adelante fieles laicos, religiosos y religiosas, sacerdotes y obispos:
“Los pastores de la Iglesia costarricense piden a Jesucristo, Príncipe de la Paz, que conceda este don a nuestra hermana nación. Confiados estamos en la promesa del Señor “yo estaré con ustedes hasta el fin del mundo” (Mateo 28, 20), y mantenemos la esperanza para que él manifieste su fuerza y su gracia para superar los momentos de tribulación”.
Mientras tanto, el secretario general de la ONU, António Guterres, se declaró "muy preocupado" por la redada llevada a cabo por las autoridades de Nicaragua contra la sede episcopal y las recientes acciones contra la Iglesia católica y organizaciones civiles y exigió al Gobierno la liberación de todas las personas detenidas de forma arbitraria, se lee en el sitio web de la ONU.
A través de su portavoz, Farhan Haq, Guterres reiteró su llamamiento al Ejecutivo de Daniel Ortega para que garantice "la protección de los derechos humanos de todos los ciudadanos, particularmente los derechos universales de asamblea pacífica, libertad de asociación, pensamiento, conciencia y religión". Y agregó que esta operación en "el Palacio Episcopal de la Diócesis de Matagalpa (norte) no hace más que agravar estas preocupaciones".