Para prevenir el contagio del coronavirus, los países hispanoamericanos han impuesto medidas de aislamiento y distanciamiento social, que en varios países pasan ya de los cuarenta días. A nivel de las diócesis, ha habido mucha diversidad, incluso parroquia a parroquia, pero lo más generalizado ha sido, como en España, suspender el culto público, aunque los sacerdotes han seguido celebrando misas en sus templos con pocos o casi sin feligreses, e impartiendo el sacramento de la reconciliación con muchas medidas de prevención y previa cita. Lo más común ha sido mantener las iglesias con la puerta entornada y permitiendo a la gente orar en ellas, pero manteniendo las distancias y sin actividades grupales.
Efectos en la colecta dominical en México
En México, como en casi todos los países y diócesis, los obispos decretaron que la asistencia a la misa dominical dejaba de ser precepto obligatorio mientras durase la emergencia sanitaria y recomendaron seguir la eucaristía por Internet y los medios de comunicación.
La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) indicó que los ingresos de las parroquias se han reducido un 98%. En este país de régimen laicista estricto, los donativos en las misas son absolutamente esenciales para el sostenimiento de la Iglesia. El secretario general de la CEM, Alfonso Miranda Guardiola, declaró para Proceso que “alrededor del 98% de los ingresos de la iglesia provienen de las limosnas que los fieles nos dan durante las misas. Pero hoy están suspendidas con presencia de fieles, de manera que nos quedamos sin limosnas ... y sin ingresos”.
También se suspendieron bodas, bautizos, confirmaciones y primeras comuniones, que en México y otros países hispanos significan un ingreso extra para las parroquias.
La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) publicó este 24 de abril un “Mensaje al Pueblo de México” explicando que ante la crisis sanitaria han respondido «orando, celebrando la fe, al pendiente de nuestro pueblo, atentos a los acontecimientos y acompañando a nuestra gente, buscando soluciones ante esta emergencia y sobre todo organizando la caridad”.
Hicieron un llamado a la clase política para que deje atrás cualquier tipo de interés y enfoque sus esfuerzos en la atención de las personas que sufren por esta crisis humanitaria. Invitaron a quienes tienen el poder de decidir sobre los grandes proyectos y obras nacionales, a considerar la oportunidad de destinar recursos para mitigar las carencias de alimentos en los hogares de las personas que han perdido su trabajo a causa del aislamiento social obligatorio.
La Iglesia mexicana, con unos 111 millones de fieles (Anuario Pontificio 2017), es la segunda mayor del mundo, después de la de Brasil, con 172 millones. Los fieles mexicanos se congregan en los 7.500 templos del país, con 17.000 sacerdotes. (A modo de comparación, España, con 40 millones de fieles, tiene también 17.000 sacerdotes pero en 23.000 parroquias).
Perú: proteger la vida y salud de la población
En Perú el estado de emergencia y aislamiento social obligatorio cumplió 48 días este martes 28 de abril. Los ciudadanos están obligados a quedarse en las casas, con permisos para salir en ciertas horas y ciertos días alternos. Ya en marzo la Conferencia Episcopal decretó que "ante la Declaración del Estado de Emergencia Nacional decretado por el Gobierno, la Presidencia de la Conferencia Episcopal Peruana cooperando con las normas sanitarias emitidas, invoca a seguir fielmente estas disposiciones a fin de frenar la propagación del Coronavirus (Covid-19), proteger la vida y la salud de la población".
Además, los obispos pidieron a los sacerdotes "celebrar diariamente la Santa Eucaristía en privado, orando por las familias y por todo el personal de salud para que el Señor de la Vida, nos conserve y fortalezca en esta emergencia sanitaria", a la vez que sugerían "transmitir la Santa Eucaristía, especialmente el domingo, a través de la televisión, la radio y redes sociales para que todos los fieles se sientan acompañados pastoral y espiritualmente". Cada obispo podía, por su potestad ordinaria, dispensar a sus diocesanos de la misa dominical, como hicieron prácticamente todos.
El obispo de Caravelí, Reinaldo Nann, publicó el 23 de abril un artículo con el título "¿Por qué los Obispos en el Perú no permiten misas con público?" La respuesta: "Porque son aglomeraciones de personas que traen en si el grave riesgo de contagiarse o contagiar a otros con un terrible y letal virus. [...] Siempre el celebrante tendría que preguntarse en su consciencia: ¿He contribuido a la muerte de mis feligreses y sus contactos?"
El obispo añade: "Hay otro alimento y medicina espiritual para el cristiano, que es la Palabra de Dios. Es importante alimentarnos con el pan de la Palabra. Lo pueden hacer las familias abriendo y compartiendo su Biblia en casa. Puede ser una manera intensa de unirnos con Cristo y la oración. Su intensidad nos lleva a un encuentro profundo con Cristo. En vez de quejarnos con el Estado o enfrentarnos entre católicos, hay que buscar nuevos caminos de encuentro con el Señor. Algunos países ya han aligerado sus medidas y en el Perú también va a llegar su momento. “Todo tiene su tiempo”, dice la Biblia".
Colombia: la Iglesia lanza su portal sobre coronavirus
La Iglesia Colombiana ha sido original al crear su propio portal Iglesia Ante Coronavirus en Internet, recopilando los decretos e informaciones eclesiales sobre el coronavirus, algo que pocas iglesias han centralizado en una sola web.
Allí se pueden consultar las distintas medidas de cada diócesis. Así, por ejemplo, la diócesis de Barranquilla especifica que "los matrimonios cuyos contrayentes no acepten la celebración a puerta cerrada, con la sola presencia de los testigos y los padres, deben ser aplazados para otra oportunidad".
Otra normativa: "Se suplica a los fieles no solicitar el servicio de sacramento de la confesión a no ser en casos de extrema necesidad de salud o de conciencia. Se encarece a los sacerdotes gran disponibilidad para este servicio y se les pide no usar el confesionario sino un lugar abierto".
En un comunicado del arzobispo de Medellín del 25 de marzo se especifica la norma civil respecto al desplazamiento de sacerdotes. "En el Decreto 457 de la Presidencia de la República se permite, dentro del aislamiento preventivo obligatorio, el derecho de circulación de algunas personas y entre ellas las que tienen que ver con “las actividades del sector interreligioso relacionadas con programas institucionales de emergencia y ayuda humanitaria, espiritual y psicológica” (art 3, n.29). Puntualizando esto con el Ministerio del Interior se precisó que esta excepción, por cuanto se refiere a la Iglesia Católica, se concede para que los sacerdotes puedan continuar la ayuda caritativa a los más necesitados y presten a los fieles la asistencia espiritual en situaciones de estricta urgencia".
Eso implica una series de condiciones:
1. Que se trate de una atención a personas individuales y nunca implique la reunión de grupos.
2. Que se cumplan las condiciones de bioseguridad: no contacto físico directo, uso del tapabocas y de los guantes, lavado permanente de las manos, no pasar de una casa a otra sin realizar la necesaria desinfección.
3. Que se sigan las prescripciones diocesanas a este respecto.
4. Que el ministro lleve siempre consigo su identificación sacerdotal (documento y vestido clerical).
5. Que el sacerdote tenga en cuenta sus propias condiciones de edad y de salud antes de prestar el servicio que se le pide.
El arzobispo de Medellín puntualiza: "Como se ve, esto es una excepción con el clero católico para casos de estricta urgencia, que debemos saber utilizar racionalmente para no caer en abusos, para no hacer pensar que tenemos privilegios y, sobre todo, para no exponernos ni exponer a otros al contagio".
Los obispos de Chile recuerdan: "no nos salvamos solos"
"No nos salvamos solos" es el título del mensaje de los obispos chilenos publicado el 24 de abril. Animan a los católicos y a todos los ciudadanos a actuar con responsabilidad, siguiendo estrictamente las indicaciones de la autoridad sanitaria en cada lugar y momento, "cuidándonos unos a otros, y muy especialmente a los más vulnerables".
Recuerdan a los más necesitados: «personas sin techo o sin hogar, adultos mayores, inmigrantes, grupos familiares que viven en hacinamiento, sin agua y sin condiciones de salubridad ni conectividad. Junto al dolor de quienes han perdido a familiares o los ven sufrir, nos conmueven también los episodios de violencia al interior de la familia, el miedo y los problemas de salud mental a causa de esta crisis».
Con especial preocupación ven que muchas personas y familias perderán sus fuentes laborales y que ello implica angustia y falta de recursos para la subsistencia familiar. «Este drama nos interpela a promover una solidaridad activa y a trabajar en un pacto social para aminorar el impacto de la cesantía y sus consecuencias. Este empeño requiere el esfuerzo de todos, sin excepción».
Vídeo-resumen del mensaje de los obispos de Chile del 24 de abril
Los obispos de República Dominicana convocan una Jornada Nacional de Oración
El Consejo Permanente de la Conferencia del Episcopado Dominicano (CED) convocó una Jornada Nacional de Oración el pasado domingo 26 de abril para pedir a Dios el fin de la pandemia. También exhortaron a los ciudadanos a «ser más estrictos en la observancia de las disposiciones sobre el distanciamiento social, confinamiento en sus casas en el horario establecido, uso de guantes y mascarillas, lavarse las manos con frecuencia, desinfectar las superficies y objetos de uso común, entre otras».
Igualmente, invitaron a los padres a dar seguimiento a los estudios de sus hijos y «fortalecer desde sus hogares la Iglesia doméstica, amar al prójimo quedándose en casa y ser creativos en la dinámica de la transmisión de la fe y los demás valores». Además, precisaron que «la Iglesia no está cerrada» porque hay una Iglesia en cada hogar y aseguraron que continuarán desarrollando su pastoral social de asistencia a los enfermos, pobres, adultos mayores y privados de libertad.
Los Obispos de la República Dominicana reconocieron los «grandes héroes» que con su servicio se exponen a ser contagiados y valoraron las medidas de las autoridades estatales, pidiendo estar «vigilantes para que todo proceso se realice con transparencia y de acuerdo con lo establecido por nuestras leyes».
Víctimas del coronavirus en América
(de más a menos infectados, a 28/29 de abril, fuente Johns Hopkins CSSE y algunos ministerios nacionales)
Estados Unidos: 1.010.000 infectados, 58.300 fallecidos
Brasil: 67.000 infectados, 4.600 fallecidos
Canadá: 50.000 infectados, 2.859 fallecidos
Perú (datos Minsa): 31.000 infectados, 834 fallecidos
Ecuador: 23.200 infectados, 1.434 fallecidos
México: 15.500 infectados, 1.434 fallecidos
Chile: 13.800 infectados, 198 fallecidos
República Dominicana: 6.300 infectados, 282 fallecidos
Panamá: 6.000 infectados, 167 fallecidos
Colombia: 5.950 infectados, 269 fallecidos
Argentina: 4.127 infectados, 207 fallecidos
Bolivia: 1.000 infectados, 53 fallecidos
Costa Rica: 700 infectados, 6 fallecidos
Honduras: 620 infectados, 15 fallecidos
Otros países americanos: menos de 600 infectados