Los representantes de la Iglesia Católica, que en todo momento se han situado junto a los ciudadanos nicaragüenses, entregaron a Ortega una agenda consensuada en la mesa del diálogo nacional para la democratización del país.
“Le hemos entregado la propuesta que recoge los sentimientos de muchos sectores de la sociedad nicaragüense y expresa el anhelo de la inmensa mayoría de la población. Esperamos su respuesta por escrita lo más pronto posible”, dijo el presidente de la Conferencia Episcopal y arzobispo metropolitano, el cardenal Leopoldo Brenes, en una declaración a la prensa, tal y como recoge la agencia EFE.
El obispo auxiliar de Managua, Silvio Báez, uno de los más perseguidos por el Gobierno, dijo a los periodistas que Ortega pidió “un par de días de reflexión” antes de contestar esa propuesta de democratización que ha emanado del diálogo nacional. “Nos pidió un tiempo de reflexión para darnos una respuesta, que le pedimos fuera por escrito, la cual se valorará luego en el diálogo”, explicó Báez en Twitter.
Por su parte, Daniel Ortega ha pedido a la Conferencia Episcopal tiempo para reflexionar sobre esta propuesta de “democratización” que tiene como objetivo poner fin a la oleada de violencia que atraviesa el país centroamericano.
El diálogo entre el Gobierno y la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia -que aglutina al sector privado, sociedad civil, estudiantes y campesinos- fue suspendido poco después de haberse iniciado a mediados de mayo y tras la propuesta de los sectores civiles de adelantar las elecciones como salida a la crisis, lo que el Gobierno tildó de “golpe de Estado”.
La Iglesia Católica, mediadora y testigo, propuso en ese foro una reforma constitucional y el adelanto de las elecciones generales.
En la propuesta, de 40 puntos, también se exige como salida a la actual crisis sociopolítica que se elijan nuevos magistrados del Consejo Supremo Electoral “por magistrados honestos de reconocida experiencia, credibilidad, idoneidad y honestidad que aseguren que el voto de la ciudadanía va a ser debidamente contado y respetado”.
La posición de la delegación del Gobierno es que su contraparte, en este caso los dialogantes del sector privado, sociedad civil, campesinos y estudiantes, desconocen no solo al Ejecutivo, sino también a la actual Asamblea Nacional (Parlamento).
El político socialcristiano Agustín Jarquin Anaya, exiliado del Gobierno, indicó en Twitter: “Tengo convicción que los obispos no defraudan al pueblo, y han planteado a Ortega el ‘camino’ de su retiro del Gobierno. Esto no lo pueden decir claramente”.
Nicaragua cumple 53 días de una crisis sociopolítica, la más sangrienta que vive el país centroamericano desde los años 80, que ha dejado al menos 127 muertos y más de un millar de heridos, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).