En un comunicado, la Archidiócesis, creada el 2 de septiembre de 1530 y elevada a la categoría arzobispal el 12 de febrero de 1546, recuerda que la población ha crecido de manera acelerada, sobre todo en las últimas décadas. Para la atención pastoral cuenta en estos momentos con 467 parroquias, distribuidas en ocho vicarias episcopales, así como más de 2.000 sacerdotes y 190 diáconos permanentes.
“Dada esta realidad, y para ofrecer una atención más cercana y eficaz a los fieles, lograr una mejor coordinación de los procesos pastorales y tener una mayor integración y fraternidad de los presbíteros, se ha iniciado el Proceso de Consulta para la Creación de Nuevas Diócesis, desmembradas de la Arquidiócesis Primada de México”, afirma el texto.
Según se desprende de los informes de la Archidiócesis, las tres nuevas diócesis podrían corresponderse con lo que en la actualidad son tres de las de las vicarias: la actual vicaría I, “Santa María de Guadalupe”, la VII “San Pablo Apóstol” y la VIII “San Juan Bautista”.
La Vicaría I ocupa actualmente toda la delegación Azcapotzalco, gran parte de la Gustavo A. Madero y una pequeña zona de la Miguel Hidalgo, con un 1.453.453 habitantes, aproximadamente. La Vicaría VII comprende toda la delegación Iztapalapa y una pequeña parte de Iztacalco, y la Vicaría VIII, situada al sur de la Ciudad de México, comprende el territorio completo de las delegaciones: Milpa Alta, Tláhuac y Xochimilco, así como la zona rural de Tlalpan y una pequeña parte de Iztapalapa.
Los informes para esta importante modificación ya se han presentado al Nuncio en México, Franco Coppola, que visitó junto al cardenal Aguiar y los obispos auxiliares de México, las que serían las nuevas diócesis.
“Previsiblemente, en la CVI Asamblea Plenaria de la Conferencia del Episcopado Mexicano, agendada para el mes de noviembre, se presentará el proyecto a la consideración y votación de los Señores Obispos. De ser aprobado, se transmitirá el resultado a la Nunciatura Apostólica, instancia que lo hará llegar a la Santa Sede, quedando así la decisión final en manos de Su Santidad el Papa Francisco”, añade el comunicado.
De aceptar el Papa la propuesta, estas nuevas diócesis formarán parte de la Provincia Eclesiástica de México, que estaría presidida por el Arzobispo Metropolitano.