Así lo ha denunciado la Conferencia Episcopal de Nicaragua en un comunicado, en el que denuncia que obispos y sacerdotes están siendo amenazados de muerte.
“Nos vemos en la urgente necesidad de informar a nuestro pueblo sobre el descrédito y las amenazas de muerte de las que estamos siendo objeto obispos y sacerdotes, particularmente nuestro buen hermano Mons. Silvio José Báez Ortega, Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de Managua, a través de distintos medios: ataques del gobierno orquestados a través de periodistas y medios de comunicación oficialistas y cuentas anónimas en redes sociales como Facebook y Twitter”, precisa el comunicado emitido este 22 de mayo.
Los obispos indicaron que estuvieron en la necesidad de comunicar esta situación debido a que hay “algunos sectores sociales poco acostumbrados a la cultura del diálogo y ante los inmediatismos de los que quieren perpetuarse en el poder”.
Silvio José Báez Ortega, Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de Managua, ha sido el que más amenazas ha recibido
En el comunicado señalaron señalaron que Nicaragua atraviesa actualmente “una de las peores crisis de su historia tras la cruda represión por parte del gobierno que trata de evadir su responsabilidad como principal actor de las diversas agresiones”.
Tal y como recuerda Aciprensa, en abril sucedieron en Nicaragua masivas protestas callejeras que fueron reprimidas por el Gobierno de Daniel Ortega, ocasionando más de 60 muertos y varios heridos.
La crisis comenzó después de que el 18 de abril el Gobierno anunciara un aumento del aporte de los trabajadores y empleadores al Instituto Nicaragüense de Seguridad Social, sumido en una grave crisis económica. El presidente Ortega, del Frente Sandinista de Liberación Nacional, tuvo que detener esta medida y anunció un diálogo nacional invitando a la Iglesia como mediadora.
Sin embargo, continúan las manifestaciones en contra del régimen, que se mantiene en el poder desde 2007.
En ese contexto, en su comunicado del 22 de mayo el Episcopado recuerda a los agresores que son “un cuerpo colegiado y si se ataca a un obispo o a un sacerdote se nos ataca a la Iglesia”.
“No renunciaremos a acompañar en esta hora decisiva a todo el pueblo nicaragüense que bajo el azul y blanco de nuestra bandera han salido a las calles a reclamar sus justos derechos”, afirmaron.
“Como mediadores y testigos en el diálogo nacional, estamos llamados a proponer y promover todas las vías posibles para alcanzar la tan deseada democratización del país y, por tanto, es nuestro sagrado deber pronunciar la Palabra Verdadera que nos haga libres”, añadieron.
Al final del comunicado, los obispos aseguraron acogerse al amor maternal de la Virgen de Cuapa, que le dijo al pueblo: “no basta con pedir la paz, sean constructores de paz”.