A través de un comunicado leído por el cardenal Leopoldo Brenes, los obispos llamaron a todos a respetar “la vida, la dignidad de la persona, la libertad, la manifestación cívica sin recurrir a ningún tipo de violencia o acto que pueda generarla”.
La fecha de inicio, según el obispo auxiliar de Managua, Silvio Báez, se podría decidir este lunes en una reunión que sostendrán los jerarcas católicos, según recogía El Nuevo Diario.
Los obispos piden el cese de todo tipo de violencia: “Nos duelen profundamente los hechos de violencia y confrontación que se están dando en diversos lugares del país, particularmente en Masaya, causando heridos y muerte”, advirtieron. En esa ciudad aumentaron las protestas contra el Gobierno el viernes por la noche, y el sábado la policía se enfrentó con los manifestantes. La jornada dejó al menos medio centenar de heridos y una persona fallecida.
El obispo Silvio Báez, que es originario de Masaya, pidió "superar ese ciclo vicioso, de superar los conflictos por la vía armada, a través de la fuerza, de la intransigencia y el enfrentamiento entre hermanos; eso es algo que no debe volver a ocurrir”.
Durante la homilía de una misa por la paz en Nicaragua, celebrada en el seminario mayor arquidiocesano La Purísima, el obispo Báez expresó que hasta el día anterior a la misa el Gobierno de Nicaragua no había mostrado “síntomas de buena voluntad de querer enrumbar al pueblo de Nicaragua al sendero de la justicia paz y democracia”.
Báez sostuvo que quien hoy quiere la paz “no solo tiene que pronunciar discursos huecos y ambiguos”, añadió que “se equivoca el que piensa que este diálogo es para volver a la frágil, mentirosa y artificial tranquilidad en la que vivíamos hace un mes”.
El obispo de la diócesis de León, César Bosco Vivas, también lamentó este domingo los actos de violencia que continúan registrándose en distintos departamentos. “Los disturbios, que están sucediendo, producen mucho dolor, desconcierto y miedo en muchas personas, sobretodo, tengo temor que esta violencia vaya alimentando odio y rencores en los corazones de los hermanos nicaragüenses, rencores que después serán difíciles de desarraigar si no actuamos rápidamente”, dijo Vivas.